martes, junio 01, 2010
JESÚS NOS PIDE SER HUMILDES DE CORAZÓN

Ser seguidor de Jesús significa estar siempre abiertos a la corrección fraterna. Es aceptar que otros nos digan nuestras faltas sin que nos enfademos, ni nos defendamos haciendo uso de la fuerza, aparentando con acciones fuertes y justificaciones vacias nuestro actuar.

Si, tenemos que vivir agradecidos de las correcciones que se nos hacen, porque ellas, solo tienen una intención: Nuestro mejoramiento.

Por ello es muy importante que hoy forjemos amistades sinceras y con ellas lograr la ayuda y las enseñanzas para vivir de verdad el buen uso de los valores.

De verdad, nos es desacertado nuestro actuar de cristianos cuando notamos que nuestros amistades, hermanos o familiares que han construido sus vidas distantes al camino verdadero que nos enseña Jesús y no practiquemos con ellos, la corrección fraterna. Con esas actitudes, nos cerraríamos quedándonos pobres al no aumentar nuestros horizontes de verdaderos hombres que siguen sus pasos.

Jesús en su vida pública nos lo pedía cuando nos decía: “Sed humildes unos con otros”, Él nos pide aprender de todos y a manifestar que estamos aprendiendo. El aceptar nuestras limitaciones como humanos no debe humillarnos, al contrario, nos ennoblece.

Cuando somos humildes nuestras acciones hablan más que las palabras. La humildad ante Dios es un reconocimiento de la realidad de nuestro ser, de nuestra vida y de nuestros actos.

Quienes actúan creyendo que lo que hacen es lo mejor del mundo y viven prevenidos a que no se les diga nada, se están equivocando. Su conciencia los acusa y en el fondo de su conciencia no está la paz.

Sus caracteres de arrogantes y altaneros, de genios fuertes y hasta violentos quieren impactar ante los demás; pero fallan, ellos no pueden hacer una oración sincera ni llevar en su corazón la presencia de Dios.

Para llegar a ser verdadero hombres humildes es necesario tener la decisión firme de hacer una reparación clara, una confesión sincera, un reconocimiento del carácter impulsivo, de mirar su interior y aprender a perdonar diciendo honestamente: NO QUIERO SER ASÍ.

SEÑOR, HOY TE GLORIFICAMOS Y TE DAMOS GRACIAS POR SER HUMILDE Y SENCILLO CON CADA UNO DE NOSOTROS. ENSEÑANOS A SER COMO TU.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:34 a.m. | Permalink |


1 Comments:


  • At 12:43 p.m., Anonymous Anónimo

    Muy cierto tu mensaje...pero seria bueno que cuando brindes un mensaje...no hables en tercera persona..y mejor te sientas parte del grupo de personas que nos falta humildad...porque si no sientes lo que dices...el mensaje no llega..."ES BUENO DECIR...CUANDO NO SOMOS HUMILDES....CUANDO NOS DEJAMOS CORREGIR.....
    No esta bien...hablar...Y DECIR..cuando los hombres no son humildes....no ers santo...recuerda que hablamos de lo que vivimos.

     
<body>