sábado, abril 24, 2010
LA TERNURA DE DIOS ESTÁ A NUESTRO LADO PARA QUE NADA NOS DESTRUYA

Hoy como quisiéramos escuchar esas palabras que Jesús les pronuncio a sus discípulos cuando montados en una barca y lejos de la tierra, las olas de un mar embravecido y con un viento en contra, les golpeaba duramente: “¡ Calma soy Yo, no tengan miedo!” Mt. 14. 27).

Hoy estamos llenos de temor y llenos de miedo; vamos a diario navegando en un mundo tenebroso por tantas cosas que suceden a diario. Enfermedades, deudas, conflicto con las personas que amamos, guerras, suicidios, desplazamientos forzados, etc. Que parecen destruir nuestra barca y hasta zozobrar en este mar embravecido.

Cuantos quisiéramos escuchar esas palabras que con autoridad y salidas de la boca de Jesús, llegasen a nuestros corazones para darnos paz y serenidad. No queremos temer, pero tanta circunstancia adversa nos estremece con sus olas fuertes que nos amenazan con destruir en mil pedazos la frágil barca de nuestra existencia.

De verdad, cuanto nos asusta, parece que no hubiese escapatoria alguna.

El Resucitado nos habla hoy, sus Palabras y su presencia viva, doblegan todo mal. Por ello, nos atrevemos a asegurar que su ternura está a nuestro favor y que Él no hará que nada malo nos destruya.
Sus Palabras nos devuelven la serenidad, tal como ese día, cuando al aparecer caminando sobre ese mar embravecido, calmó el viento y las olas. ¡Si! Solo esas Palabras pueden devolvernos la serenidad y con ella en nuestros corazones, seguiremos con paso firme nuestro caminar por la vida.

Escuchémoslo y dispongamos a acoger su voz, con seguridad iremos a ver y notar que esos sentimientos de miedo y pánico que alteran nuestras vidas, van a desaparecer. Veremos con nuestros ojos que todo va a cambiar y que vamos a estar preparados con su Voz a continuar sin afanes el ritmo de la vida.

Solo te decimos: ¡ Animo ¡ Jesús nos asegura que es Dios, que está a nuestro lado y que no tenemos por que temer, por que nada ni nada podrá dañarnos ese amor y esa ternura que se hace presente en nuestros corazones.

SEÑOR, HOY SENTIMOS TU PRESENCIA A NUESTRO LADO, TU NOS FORTALECES Y NOS ENSEÑAS A VIVIR.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:54 a.m. | Permalink |


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