lunes, agosto 30, 2010
APRENDAMOS A TOMAR DISTANCIA Y A NO DEJARNOS MANIPULAR Y MANEJAR POR LOS DESEOS

Los invito hoy a que reflexionemos ha cerca de esas seducciones que a diario nos arrebatan las seguridades cotidianas y que manipulan nuestro ser. Esas, que a diario nos manejan por ciertos caminos donde prevalecen los deseos e impulsos emocionales que nos arrastran por los senderos del mal.

Quienes deseamos vencer el mal tenemos que aprender a tomar las distancias y a no dejarnos manipular por los deseos e impulsos emocionales.

Tenemos que aprender a tener la capacidad de analizar, de criticar y sobretodo, a tener la firmeza necesaria para decirle ¡NO! A aquello que aunque tenga una linda apariencia, nos es destructivo, nos daña y nos aparta de la presencia de Dios.

Necesitamos estar llenos de Dios y dejar que el Espíritu Santo actúe en nosotros. Unidos a Él, pidámosle fortalezas, gracias y sabiduría para mantenernos alertas y con las lámparas encendidas, para no decaer ante la presencia del mal.

El mal se nos plantea utilizando varias estrategias, pero la principal de ellas es “Seducirnos”. ¿Cuantas veces se nos ha disfrazado de bien? ¿Cuántas veces nos hace creer que es lo mejor que nos puede pasar en la vida y nos hace que invirtamos en él todos nuestros esfuerzos y capacidades?

¿Cuantos de nosotros nos hemos dejado seducir y lo hemos confundido con el bien? Para citar algunos ejemplos, podemos hablar de esas realidades que suceden a diario en muchas familias, cuando vemos a ese esposo que se ha dejado seducir por una muchacha que se le ha presentado de manera divina y preciosa; y que arrastrado por los deseos sexuales y de los goces del mundo, cree que lo mejor para si, es dejar abandonado su hogar, su esposa e hijos.

Ese joven que supone que hacer lo que le venga en gana es lo mejor, pelea constantemente con sus padres y los maltrata de palabras, con tal de ganar ese “bien” que en realidad es un mal que lo va a destruir y apartar de Dios y de la sociedad.

Cuando oremos el Padre Nuestro pidámosle a nuestro Dios que nos ayude a “Líbranos de todo mal”, que nos ayude a tomar las distancias necesarias para no dejarnos seducir fácilmente por esos deseos que arrastra el mundo y que nos oscurecen sin querer nuestras vidas.

SEÑOR, QUEREMOS DARTE GRACIAS POR TODO ESO QUE NOS HAS DADO, CONTIGO A NUESTRO LADO ENCONTRAMOS SOLUCIONES Y VICTORIAS PARA SEGUIR CRECIENDO.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:58 a.m. | Permalink |


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