Siempre he pensado que quienes nos hemos propuesto seguir a Cristo debemos hacer la diferencia. Y esto lo digo, por que hoy somos muchos los que nos encontramos en este mundo exigiendo derechos y queriendo tener mas y mas,sin preocuparnos siquiera por hablar de deberes.
Dios, nuestro Padre, siempre se ha preocupado por sus hijos y siempre ha deseado que todos tengamos una vida diferente; asi, nos lo demostro Jesus cuando convivio entre nosotros.
Sus Palabras nos enamoran y nos invitan a la diferencia. Cuando nos exhorta a ser sal para el mundo, nos pide que aprendamos a dar gusto y sentido a la vida de los demas. A que contagiemos de sabiduria, de sabor humano, esperanza, amabilidad y humor a muchos hombres, para que puedan alcanzar la felicidad verdadera.
Recordemos que la sal sirve para conservar los alimentos, asi debemos ser tambien nosotros.
Hoy como seguidores de Jesus, Maestro y Guia, tenemos que estar alejados de la corrupcion que arrastra al mundo. Por ello se hace necesario que tomemos conciencia de que hay que asumir actitudes que demuestren que no todo se compra y se vende.
Que hoy somos muchos en el mundo los que estamos pensando de otra manera; que estamos rechazando lo malo y que no tenemos nada en la lengua que nos impida denunciar lo perverso. Que somos radicales para rechazar cualquier actitud de indiferencia.
No solo debemos ser sal. Hoy a todos nos pide Jesus que seamos luz; pero no una luz escrita con Mayuscula sino escrita con minuscula, sin pretenciones egosistas, que ilumine a todos por igual.
Todos hoy sabemos las penumbras y oscuridades que existen en el mundo y que ellas invaden todos los ambientes y estamentos sociales.
Cuantos de nosotros hoy necesitamos que a nuestro lado vaya alguien que nos ilumine el camino para que nuestros pasos sean seguros y firmes, que al caminar lo hagamos con seguridad, que no nos deje tropezar ni caminar a tientas.
Jesus nos pide que iluminemos y no que deslumbremos, que no seamos de esos que lucimos por ser mucho y no iluminamos nada. Que seamos esa ciudad puesta en lo alto de un monte y que sea punto de referencia y guia para el mundo.
SEÑOR, LLENA NUESTRA VIDA DE TU AMOR PARA QUE PODAMOS COMPARTIRLA CON TODOS LOS HOMBRES, SIN DISTINGO DE RAZA, RELIGION O CLASE SOCIAL.