jueves, mayo 03, 2007
LAS COSAS MARAVILLOSAS DE DIOS
En un dialogo con un amigo, me hacia ver las cosas maravillosas que Dios había realizado en su vida y a la vez, reprochaba la forma como en el mundo de hoy existen personas que poseen una fe débil y casi ausente.

Me decía: “Ellos, solo piensan en si mismo y quieren llevar una vida muy superficial, llena de vicios y de pasiones mundanas que les hacen olvidar que fuimos creados por Dios”, solo piensan en su propio bienestar, “pasarlo bien y gozar”, sin importarles que en el mismo mundo que les rodea y que viven, existen personas que no poseen lo necesario y que padecen para lograr encontrar el sustento diario”.

Me señalaba, que solo a Dios, le debemos la vida y todas las cosas que poseemos y le daba lastima que en el mundo aún se viva esa vida superficial y sin valores. "Familias enteras que ni siquiera piensan en la reconciliación y el perdón y que se apartan cada día de todo aquello que según ellos, le son fastidiosas para su quehacer diario y se sumergen en las individualidades e intereses que destruyen la vida familiar y de comunidad".

Entonces yo le dije: Sabes una cosa, Jesús no patrocina a los hombres que quieran llevar una vida y una religión que pasa por alto al hombre y el amor al hermano. Él quiere que todos nos comprometamos a vivir el amor y la fraternidad, que practiquemos la justicia, la tolerancia y la apertura al que se encuentra marginado. Él quiere que lo conozcamos en espíritu y en verdad. Y es ese, el fin verdadero del culto que le debemos ofrecer a Dios.
Es bueno ahora que nos preguntemos: ¿Por qué creemos en Dios? ¿Por qué decimos que Dios es amor y es maravilloso?

Muchos responderán: “Es que vemos en nuestra religión un medio seguro que garantiza la salvación”, o también,” El comportamiento que poseo, es un medio que utilizo para presionar a Dios y así, Él dándose cuenta, me auxilie y sea misericordioso conmigo, concediéndome los miles de favores que necesito”.

A esos les digo: La fe y la entrega a Dios han de ser respuesta a un amor mediante un servicio. Él nos pide que seamos comprensivos y tolerantes, además, abierto para ayudar y acompañar al pobre y al marginado.
No podemos presionar a Dios y realizar todo lo que va en contra de su deseo. Los hombres como hijos de Dios somos signos de su amor y su bondad por tanto, nuestros comportamientos y actitudes deben reflejar la plenitud de Dios.

Nuestra sociedad requiere urgentemente de hombres y mujeres que vivan el encuentro con Dios y con su experiencia, emprendan una nueva vida que de testimonio del Resucitado para que con él, ayuden a renovar la Iglesia y la Sociedad.

Ayudemos a cambiar la sociedad siendo signos de amor, fraternidad y solidaridad, para que todos vivamos de una manera justa y equitativa.

GRACIAS DIOS PORQUE SIEMPRE NOS BRINDAS UNA OPORTUNIDAD DE CONVERSIÓN
 
posted by Laureano García Muentes at 5:28 a.m. | Permalink |


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