"Sean fuertes y valientes de corazón los que esperan en el Señor"...Salmo 31
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 3 de Febrero del 2025
En el Evangelio de hoy tomado de se narra el episodio del encuentro de Jesús con un hombre poseído por un espíritu impuro al desembarcar en el territorio Gerasano, situado junto al lago de Tiberíades.
Así nos lo narra el texto: "Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro. Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo. Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante Él, gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!” Porque Jesús le había dicho: “¡Sal de este hombre, espíritu impuro!” Después le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” Él respondió: “Mi nombre es Legión, porque somos muchos”. Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región". Mc 5, 1-20.
Como lo apreciamos en el texto del Evangelio, Jesús demuestra que tiene un total poder sobre los demonios y derrota los poderes que luchan en contra del Reino.
La Iglesia ha sido la encargada de continuar con el poder de Jesús para liberar a los cautivos y es por ello, que sigue día a día anunciado el Evangelio y celebra también los sacramentos que nos comunican su vida.
Hermanos, todos sin excepción estamos necesitados de ser libres de los malos espíritus que nos llevan de la mano para convertirnos en egoístas, violentos, intolerantes, avaros y miedosos, por tanto, necesitamos de Jesús quien sin reparo alguno, se acerca a nosotros para transmitirnos la salvación.
Tomando como base este Evangelio, acerquémonos a Él y con toda confianza pidámosle que nos ayude a ser libres de todo mal y seamos capaces de seguirle sin ninguna clase de condiciones.
Jesús deseaba restaurar al hombre social y familiarmente. El hogar debe ser el primer lugar donde el creyente debe dar evidencias de su nueva vida. Sigue el camino de Jesús; lucha contra ideologías de deshumanización, injusticia y locura, y colabora en todo lo que sea devolver la dignidad a las personas, hacer la vida más humana y anunciar el poder de la fe como el gran camino que destruye ideologías, humaniza y dignifica la vida.
Señor, Tú luchaste contra el mal, contra todos los espíritus que atormentan a la gente. No empleaste otra arma que tu amor. Amor hasta el extremo, amor que da la vida. Señor, ayúdanos a descubrir los malos espíritus que hoy no dejan a tus hijos vivir con dignidad. Danos la luz y la fuerza del Espíritu Santo para luchar contra ellos.