"La Misericordia y la Fidelidad se encuentran"...Salmo 85
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 24 de Enero del 2025
En el Evangelio de hoy tomado de Mc 3, 13-19, Jesús desde lo alto de la montaña, llama, convoca e instruye a sus discípulos para que asuman la vocación de ser servidores del Evangelio y abran los corazones de los hombres a la gracia de Dios.
Dice el texto del Evangelio que: "Jesús subió al monte, llamó a los que El quiso, y ellos vinieron a El. Designó a doce, para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar, y para que tuvieran autoridad de expulsar demonios. Designó, pues, a los doce: Simón (a quien puso por nombre Pedro), Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa: "Hijos del Trueno"); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananita; y Judas Iscariote, el que también Lo entregó.". Mc 3, 13-19.
Jesús llama a los que quiere y les invita a extender por todo el mundo sus palabras, que llenas de amor incondicional ayudan a conocer la verdad del Reino de Dios.
El elige con plena libertad y pide que le acompañen en sus propósitos de entregar a la humanidad el camino para lograr la salvación expulsando demonios y curando las enfermedades qué les paralizan.
Hermanos, Jesús todos los días sigue convocando a hombres y mujeres para que no se cansen de trabajar en su Reino. Descubramos los signos que Él con su infinita misericordia nos manda para que nos esforcemos en conocer y descubrir su plan.
Recordemos que su llamado necesita respuestas de nuestra parte por tanto, no nos hagamos los desentendidos, ni sordos. Actuemos pronta y positivamente.
Señor, gracias por nuestra comunidad de fe. Aunque no sea perfecta, ¡estamos recibiendo tanto de ella! ¡Tenemos tanto que agradecerle! En ella te estamos descubriendo, en ella estamos aprendiendo a amarte y a seguirte. Desde ella escuchamos tu Buena Noticia, desde ella recibimos el pan necesario para el camino. Cuando nos cansamos, nos dejas una palabra de ánimo, cuando caemos, nos entregas tu perdón. Cuando nos sentimos débiles, ella nos fortalece, cuando nos dormimos, ella nos despierta. Que seamos un rincón cálido, un lugar donde nos queramos y respetemos, un espacio donde vivamos como hermanos, donde, unidos, nos esforcemos por tu Reino y amor.