"Inclina tú oído, Señor, escúchanos"...Salmo 86.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 4 de Febrero del 2025
En el Evangelio de hoy tomado de Mc 5, 21-43 se nos narran la realización de dos milagros extraordinarios que Jesús realiza: La curación de la hija de un jefe de la sinagoga llamado Jairo y el de la mujer que llevaba padeciendo durante doce años de hemorragias. Relatos que nos muestran la compasión y el poder de Jesús.
Así, nos lo narra el texto del Evangelio: "En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva". Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el manto?" Los discípulos le contestaron: "Ves como te apretuja la gente y preguntas: «¿Quién me ha tocado?»" Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: "Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas; basta que tengas fe". Mc 5, 21-36.
Como lo leemos en el texto del Evangelio, el jefe de la sinagoga (Jairo) y la mujer enferma con flujos de sangre, realizan un acto de Confianza y Fe en Jesús y Él, reconoce en ellos la firmeza de su fe que los impulsa a esforzarse para alcanzar sus metas, les devuelve a la niña la vida y a la mujer el restablecimiento de su dignidad reintegrándola a la sociedad que la mantenía aislada y no podía mezclarse con nadie a causa de su enfermedad.
"¡Solo ten Fe!" le dice Jesús a Jairo y a la mujer: "¡Tú Fe te ha sanado!" palabras significativas que muestran esperanza, compasión y amor por los necesitados. Él no rechaza ni ignora a nadie, sino que acoge hasta en lo imposible.
Hermanos, que gran enseñanza nos regala hoy Jesús. Como Jairo y la mujer enferma, vivimos preocupados de un sin número de cosas y necesidades y nos olvidamos de que tan importante es la Fe. Pidámosle al Espíritu Santo que no nos abandone uno solo momento sino que nos refuerce las fuerzas necesarias para salir airosos frente a las pesadillas qué destruyen nuestra confianza en Dios.
Señor, ¡Qué infinito es tu poder y tu misericordia! tú que te apiadas de todos, te pedimos que hoy nos permitas contemplar tu Noble y Sagrado Corazón. Queremos enamorarnos más de Ti para ser un propagador de tu amor entre todos los lugares donde nos encontremos. Ayúdanos a saberte corresponder y serte fiel a tu amor y misericordia.