"He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvara"...Salmo 84.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 9 de Diciembre del 2024
El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 17-26 nos narra el milagro de la Sanación de un hombre paralítico qué fue llevado en una camilla y quienes lo cargaban buscaban el modo de entrar para ponerlo delante de Jesús
Dice el texto del Evangelio que: "Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con Él para realizar curaciones. En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados". Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: *"¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”. Lc 5,17-23
La Fe de los amigos del hombre paralítico es algo que hoy nos conmueve porque ellos no se limitaron en creer sino que pusieron en acción su Fe y Confianza en Jesús. Ellos como lo leemos en el texto del Evangelio enfrentaron los obstáculos para llegar hasta la presencia de Jesús, sin embargo buscaron por todos los medios posibles para no desfallecer en sus intentos para lograr llegar a la presencia de quien podía sanar a su amigo.
Y miren, Jesús no solo sana al paralítico sino que también lo reconstruye su dignidad perdonándole sus pecados.
Hermanos que hermosa experiencia nos regala hoy este Evangelio. Si, éste nos desafía a permanecer activos para con la firmeza de la Fe superemos toda clase de obstáculos con perseverancia. Tu y yo, estamos llamados a ser portadores de esa esperanza para los hombres y de forma muy especial a los pobres, oprimidos y necesitados del amor.
Señor, así como la curación del paralítico generó asombro y temor entre los testigos, en nuestra vida diaria, cuando actuamos con fe y amor, también podemos inspirar a otros para que se acerquen a ti superando todos los miedos y obstáculos. Ayúdanos a ser ejemplos vivos de estas enseñanzas, llevando el mensaje tuyo no solo en palabras, sino en cada acción de nuestro día a día.