"A toda la tierra alcanza su pregón"...Salmo 19
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 30 de Noviembre del 2024
Hoy celebra la Iglesia a San Andrés Apóstol primer discípulo de Juan Bautista y posteriormente de Jesús. Él estuvo presente en los momentos más importantes de la revelación de Jesús como el Mesías e Hijo de Dios y después del Pentecostés y predicó el Evangelio en muchas regiones. Fue sacrificado en Acaya. Él
era hermano de Simón-Pedro hijos de Jonás y era natural de Betsaida, ciudad situada al norte del Lago de Galilea. Fue pescador junto con Simón-Pedro. Sus reliquias se encuentran en dos principales santuarios: La Catedral de San Andrés en Amalfi (Italia) y en la Catedral de San Andrés Apóstol en la ciudad de Patras en Grecia.
Y hoy el Evangelio tomado de Mt 4, 18-22 nos narra el encuentro de Jesús con los hermanos Simón (Pedro) y Andrés quienes se encontraban junto al Mar de Galilea, pues eran pescadores.
Este hecho así nos lo narra el texto del Evangelio: "En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: "Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron". Mt 4, 18-22
Tanto Andrés como Simón estaban ocupados en su labor diaria de pesca. Jesús se les presentó y desde la orilla del Mar les llamó y les hizo la invitación a que le siguieran.
Hermanos, este Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre nuestro llamado a seguir también a Jesús. Y de este Evangelio podemos apreciar que el seguimiento se inicia con un encuentro donde cada uno, con decisión y plena libertad decide iniciar este caminar.
Jesús les propone a Simón y Andrés algo nuevo: Un oficio donde se requiere ser activos y comprometidos. Un cambio radical de la persona a fin de dejar atrás las cosas que les impiden crecer por los ofrecimientos falsos que da el mundo.
Es ésta una invitación a que hoy renovemos nuestro discipulado confiando en que Jesús nos ha dicho también: "¡Sígueme!" para hacer parte de su Iglesia Misionera saliendo a todas partes sin miedo a predicar la alegría del Evangelio.
Señor, queremos seguirte y convertirnos en auténticos discípulos y misioneros de tu amor. Fortalece nuestro espíritu para que sepamos responder rápida y eficazmente, con generosidad y amor, a lo que Dios, en su Divina Providencia, quiera pedirnos.