domingo, diciembre 17, 2023

"Me alegró con mi Dios"...Int. Lc 1, 46-54.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 17 de Diciembre del 2023

Hoy celebramos el Tercer Domingo de Adviento que nos invita a vivir como testigos de la Luz. No olvidemos que estamos viviendo un tiempo para celebrar, agradecer, orar y meditar. San Pablo nos recuerda en la carta a los Filipenses (4,4.5) que hay que "Estar atentos siempre en el Señor porque el Señor está cerca". Sigamos pues esperando con Fe el nacimiento de Jesús nuestro Salvador.

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Cada bautizado esta llamado a iluminar esta vida y ser Testigo con alegría de la Luz que nos regala Jesús.

El Evangelio de hoy nos abre la puerta de la esperanza. Cuando estamos a la espera se suscita en nosotros inquietud, nerviosismo, incertidumbre. Nos desagrada el tener que “esperar”, guardar fila, aguardar. Sin embargo, la esperanza nos moviliza y nos da alegra. Y tenemos muchas razones para ello. Quienes hemos recibido la gracia de la fe tenemos esperanza. Si, una esperanza audaz, que supera cualquier contradicción. Por eso que un un adviento triste es un triste adviento, nos dice el dicho popular.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 1,6-8. 19-28, es una confesión de Juan Bautista sobre la persona de Jesús. Como lo leemos él se presenta ante el pueblo sin ninguna pretensión y sin calificativo alguno, sino como el Testigo  de la Luz. Un testigo que es capaz de despertar la Fe de todos. 

El Evangelio nos lo dice así: "Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino el testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: "¿Quién eres tú?" El confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: "Yo no soy el Mesías." "¿Quién eres, entonces?", le preguntaron: "¿Eres Elías?" Juan dijo: "No.". "¿Eres el Profeta?" "Tampoco", respondió.

Ellos insistieron: "¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado?¿Qué dices de ti mismo?". Y él les dijo: "Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías." Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: "¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?". Juan respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.". Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba. Jn 1,6-8. 19-28.

Miremos algo muy importante: Juan Bautista no se da ninguna clase de importancia, ni tampoco, quiso llamar la atención al impactar con su imagen a nadie. Él vivió su vida de manera convencida en la Fe y Dios lo iluminó e invitó a vivir la Fe y ser testimonio de su creencia.

Juan Bautista contagió  con su vida aunque no habló mucho pero mostró que vivía algo que era inconfundible: Su amor por Dios. 

Hermanos, Este Evangelio nos invita a que miremos como esta nuestro entorno y observemos que le pasa a muchos hombres y mujeres con la Fe, pues la han convertido en una experiencia hasta un poco problemática ya que sus creencias de niños que fueron inyectadas por sus antepasados son cosas del pasado. Ahora creen que han avanzado por unos caminos diferentes donde existe un mundo mejor a pesar de pasar algunas incertidumbres llenos de interrogantes. 

En este tiempo del Adviento es necesario que tu y yo nos comprometamos en reconocer la necesidad de que Jesús vuelva nuevamente para salvarnos y también, para recordarnos que somos dignos de llenarnos de su amor. Dejémonos penetrar por su luz para que ésta ilumine los más recónditos lugares de nuestros corazones.

Señor, derrama sobre nuestros corazones la fuerza necesaria para ser, a ejemplo de San Juan Bautista,  testigos de tu luz. Gracias porque, en medio del ajetreo diario nos permites unirnos mas a Ti.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:33 a.m. | Permalink |


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