sábado, octubre 08, 2022

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 8 de Octubre del 2022

El Evangelio de hoy nos invita a seguir  una clave importante en el seguimiento de Jesús, como lo es la escucha de la Palabra de Dios. Y esa clave va directa al interior de la persona como un imperativo: “Escucha”. El seguidor de Jesús necesita de una quietud. De Pararse un poco. De buscar ese momento vital para recibir la vida, hacer silencio, dejar de lado el correr de la agenda de los días, de hacer lo inmediato y llenarse de Dios. Dejar que la Palabra de Dios, llegue a la esencia de nuestro interior. Dejar que esa Palabra de Dios hable en lo profundo de nuestros corazones. Dejar que el Mandato de vivir en el amor abrase todo nuestro ser. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 27-28, nos muestra cuál es la clave para realizar un verdadero seguimiento a Jesús: La escucha de la Palabra de Dios y la puesta en práctica.

Dice el texto del Evangelio de hoy, que Jesús le hablaba a la gente y de entre la multitud una mujer alzó la voz y le dijo: "¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!" y Jesús le respondió: "¡Dichoso, más bien, los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!" Lc 11, 27-28.

Jesús no rechaza el elogio de esa mujer, antes por el contrario: Lo ubica y le da un mejor significado para hacerle a su madre María, un reconocimiento por su invaluable gratitud al enseñarnos como acoger la Palabra de Dios, como encarnarla, vivirla, profundizarla y hacerla nacer como buena semilla.

Y es que María es la mujer que encarna el ideal de todo hombre o mujer que decide seguir y servir a Jesús. Por ello hermanos, siguiendo su valioso ejemplo, podemos encontrar nosotros también, ese camino de la verdadera felicidad: Concebir y dar la luz del nuevo amanecer a todos los hombres y mujeres, en todos los lugares y utilizando todos los medios posibles que el amor por Jesús, nos lo inspire.

Pidámosle pues hoy al Espíritu Santo la gracia de María para poder escuchar y hacer vida la Palabra de Dios. 

Señor, que sepamos escuchar tu Palabra para convertirnos en testigos y, aún más, en portadores de Jesús resucitado en todo lugar del mundo.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:49 a.m. | Permalink |


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