viernes, octubre 14, 2022

"Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad"...Salmo 33

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 14 de Octubre del 2022

Cuídense de no ser Hipócritas, nos lo pide Jesús hoy en el Evangelio. Si, es muy lamentable, pero tenemos que cuidarnos de todos, incluso de los que trabajamos en las cosas de Dios, porque la envidia y el poderío nos mata. Es cuidarse de la hipocresía, pero también es cuidarnos de que nosotros no caigamos en esa hipocresía en donde llegamos a creer que la Iglesia es exclusiva para algunos. Hoy, tenemos que cuidarnos de aquellos que usan incluso a Dios para herir. Jesús nos lo pide: No caigas en ese fariseísmo.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 12, 1-7 Jesús dirigiéndose primero a sus discípulos, les dice: "Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en el sótano se proclamará desde las azoteas" Lc 12, 1-3 

Y después de haberles hablado a sus discípulos, se dirige a la multitud, diciéndoles: "A ustedes mis amigos les digo que no teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Yo les indicaré a quien deben temer: Teman al que después de matar tiene poder tiene poder para arrojar al infierno. Si, les repito, teman a ése" Lc 12, 4-5.

Jesús utiliza expresiones fuertes contra los Fariseos haciéndoles referencia a la hipocresía, puesto que su actuar no estaba en consonancia a los principios de la ley de Moisés; pero a esa gente que le sigue y le escucha sus Palabras le brinda su confianza y con amor, los trata de amigos. 

También a ellos les previene  para que no caigan en ese rol de los Fariseos y les pide acercarse a Dios que conoce a cada uno y conoce de nuestra buena o mala intencionalidad.

Les invito hermanos a meditar hoy nuestro proceder como seguidores de Jesús y a vivir lo que nos dice San Pablo en su carta a los Romanos Cap.8,35.

Señor, recibimos con alegría y gozo tu Palabra, la buena nueva de tu evangelio, creemos en ella y en tus promesas, por eso tenemos la Seguridad que tu Santo Espíritu nos santifica día a día. Creemos que tu Palabra sembrada en el corazón de nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración da fruto abundante y ellos son tu herencia para alabanza de tu gloria.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:41 a.m. | Permalink |


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