"El Señor da a conocer su victoria"...Salmo 98.

Jueves 13 de Octubre del 2022

Jesús en esta palabra nos invita a poner nuestra confianza y nuestra mirada en él.  Y el conocimiento que vamos teniendo de la ley y de la escritura es para acercarnos al Dios vivo, al Dios verdadero no para obstaculizar esa relación con Dios, ni para nosotros, ni para los demás. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 47-54 nos muestra una vez más ese acoso y permanente enfrentamiento que venía sosteniendo Jesús con los líderes político-religiosos judíos, a quienes, de manera contundente, les eleva con tono severo y acusatorio, su posición para advertirles que viven como si fuesen los únicos intérpretes de la ley. A ellos, les dice: "¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!" Lc 11, 47-52.

Jesús, "sin pelos en la lengua", desenmascara la falsedad con la que venía administrando las leyes y les dice: ¡Hipócritas! 

También, les hace ver que viven una arrogancia intelectual y religiosa para hacer creer a los demás, que van por el camino perfecto que conduce a Dios, solo para hacer ver a los demás que viven como hombres estrictos y observadores de la ley.

Hermanos, las Palabras que pronuncia Jesús hoy son determinantes para nuestra vida, porque para nosotros no puede ser mas importante lo que otros piensen de nosotros, sino lo que Dios piensa. Es entonces importante que tu y yo nos miremos muy sinceramente como estamos reflejando nuestra vida a los demás, si vivimos de las apariencias   si somos observantes de las normas y preceptos que nos rigen y si somos verdaderos ejemplos de vida.

Dios quiere seamos testigos de su amor y vayamos a todos los lugares del mundo haciendo el bien de manera desinteresada y sin estar mirando hacia atrás. Por tanto, evitemos las críticas sobre todo, a quien piense y actúe diferente a nosotros.

Seas siempre bendito mi Dios por el regalo maravilloso de Jesús,* Camino, Verdad y Vida*, porque en Él somos llamados a la santidad y a ser tus hijos, al perdón y a la redención.