jueves, febrero 17, 2022

"Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha"...Salmo 34

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 17 de Febrero del 2022

Pedro ha entendido el misterio de Jesús, pero se escandaliza ante la “explicación” que Jesús le da, ante la propuesta que le hace de “cargar con la cruz”. Esto es: es más fácil “confesar” a un Mesías triunfador, que arrolla, que aceptar su seguimiento en la entrega, como el Siervo. Ahí es donde Jesús pone en su lugar a Pedro: El, no piensa según los caminos de Dios, sino... a su manera. 

El Evangelio se hoy tomado de Mc 8, 27-33 dice: En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió, y de cara a los discípulos increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»

Pedro fue muy rápido al responder. Aún no veía con toda claridad lo que le sucedió al ciego de Betsaida. Una actitud que califica Jesús insuficiente porque le falta mucho que aprender: Aún no saben lo que significa seguirle de cerca compartiendo su proyecto y destino, por ello,  una vez escucha sus respuestas, empezó a enseñarles que había que sufrir mucho.

Miremos algo importante: Todos creemos en Jesús, pero aún, al día de hoy, no hemos podido entender de Él cual es el querer de Dios en la cotidianidad.

Para seguir avanzando en el camino al lado de Jesús, no bastan confesiones superficiales y fáciles requerimos de un apasionamiento comprometido para hacer de este mundo un lugar mejor donde prime la dignidad y aceptar los sentimientos que ello nos acarrea para así, identificarnos plenamente con Él. 

Jesús, que tu Espíritu ilumine nuestros corazones y nuestra mente para que podamos ver las cosas y vivir los acontecimientos desde la fe, aceptando el camino de la ENTREGA y del SERVICIO como  Tú mismo lo viviste.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:24 a.m. | Permalink |


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