sábado, diciembre 18, 2021

"Que florezca la justicia y la paz abundantemente"...Salmo 71.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 18 de Diciembre del 2021

¿Qué es un padre para un niño, sino una relación vivida día a día, una adopción mutua nunca terminada, un amor en el que pacientemente se forja la libertad del futuro adulto? Jesús experimentó esta relación. Y su nombre mismo la implica: Jesús quiere decir «Dios-salva», o también Emmanuel, es decir, «Dios-con-nosotros». Entonces, ¿Cuándo acabaremos de pensar que Dios podría estar con nosotros y salvarnos sin pasar por nuestra historia y por nuestras vicisitudes? Jesús no es salvador a golpe de milagro; lo es por su verdadera humanidad. Y, a ese nivel, el lugar de José es insustituible en la historia de la salvación.

Hoy el Evangelio tomado de Mt 1,18-24, nos anticipa la celebración de la navidad, la llegada a través de María, la joven mujer comprometida con José y que quedó embarazada por la gracia del Espíritu Santo.

Como leemos en el texto del Evangelio, José su esposo, hombre justo, estaba desconcertado con esto del embarazo de María,  pues, no había tenido ninguna relación carnal con ella y quería abandonarla en secreto. Pero un Ángel del Señor se le apareció en sueño y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura  que espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien llamarás Jesús, Él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio de los profetas. Mira, la virgen está embarazada, dará a luz a un hijo que se llamará Emanuel, que significa: Dios con nosotros" Mt 1, 18-23.

Que difíciles momentos vivió José porque las costumbres y leyes judías eran muy estrictas y no permitían que mujer alguna quedará embarazada antes de contraer nupcias.

María estaba en riesgo de ser apedreada y de perder su vida por ese embarazo. Pero Dios grande en amor, interviene y le dice: "¡No temas, no tengas miedo, lo de tu mujer, viene de mi".

José es un gran ejemplo a seguir, puesto que nos ayudará a mirarnos también,  como estamos nosotros recibiendo la voz de Dios para seguir el camino que nos pide.

Él fue un hombre obediente y dispuesto a acoger la voluntad de Dios. Así lo vivió, lo entendió y lo sintió. 

Preguntémonos: ¿Estamos dispuestos a hacer lo mismo que hizo José?.

Señor, Te pedimos por los padres de la tierra, para que acojan a sus hijos como un don de tu gracia.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:23 a.m. | Permalink |


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