Hoy celebramos unida a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la festividad del corazón de María que nos muestra la grandeza de la acogida, la confianza y la entrega a Dios.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY.

Sábado 12 de Junio del 2021

El corazón es el centro de la persona, ahí sucede todo, ahí se toman las decisiones, ahí se guardan los sentimientos, afectos, deseos, todo lo profundo de la persona. Y ahí habita Dios. Ahí habla al corazón de la persona y en ese fondo es donde Dios quiere tener una relación de amor con cada uno de nosotros.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 2, 41-51 nos relata la pérdida de Jesús a la edad de doce años.  Dice el texto del Evangelio que "sus padres al verlo, se quedaron desconcertados, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscamos angustiados. Él les respondió: ¿Por qué me buscan?, ¿No sabían que yo debo estar en los asuntos de mi Padre?, Ellos no entendieron lo que les dijo" Lc 2, 48-50. 

Al terminar la peregrinación,  Jesús y sus padres volvieron a Nazaret y vivió allí sujeto a sus enseñanzas. Él se une estrechamente  a sus padres demostrándoles  sus afectos y obediencia.

Este pasaje que hemos leído y reflexionado hoy, nos ha de significar a nosotros una gran lección de vida: Cuando se alcanzan los logros y metas esperados en nuestro peregrinar por la vida, esas experiencias y esfuerzos realizados, no pueden quedarse en el olvido ni estáticos,  sino que estos como apoyo, hay que seguirlos realizando con entusiasmo y más fuerza poniendo en práctica los frutos ahí alcanzados como cimientos para un nuevo renacer.

¡Madre María, tú eres la gran señal que ha aparecido en el cielo y que seguimos contemplando en tus misteriosas e inesperadas apariciones: en tus santuarios, altares e imágenes… en nuestros misteriosos encuentros contigo! Donde tú estás, allí se celebra la Misericordia.  Ayúdanos para que la Iglesia llegue a ser la casa de la Misericordia para todos los pueblos.