*"El cáliz de la bendición es comunión de la sangre de Cristo"*.." ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor "...Salmo 115.
El Evangelio lo inicia Juan con estas palabras: *"Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre, después de haber amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando el demonio había sugerido a Judas Iscariote que lo entregara...*"
Jesús se dona y se dispone a lavarnos los pies sin ningún tipo de interés. *“Tú, Señor, ¿vas a lavarme los pies a mí?"* le dijo Simón Pedro quien Jesús sabía que le negaría tres veces, le respondió: *"No puedes comprender ahora lo que te estoy haciendo, pero después lo comprenderás"* Simón le dijo: *"No, ¡tú jamás me lavarás los pies a mi"* Jesús le respondió: *"Si no te los lavó, no podrás compartir mi suerte"* entonces Simón Pedro le dijo: *"¡No solo los pies, sino también las manos y la cabeza!"* Jn 13, 6-9.
Vemos en estos versos una Palabra clave: *El Amor*, el amor hecho carne que nos vino a traer Jesús durante su vida, el amor, que nos predica cada día y que se muestra en nosotros cuando somos capaces de dar testimonio de Él a través del servicio a los demás.
Preguntémonos: ¿Cómo estoy entendiendo este signo del lavatorio de los pies en nuestro caminar Cristiano?, ¿Somos capaces de entregarnos sin condiciones a los demás como lo hizo Jesús?
*“La humildad nos impele al conocimiento de nuestra propia bajeza, de nuestra nada, de nuestra pequeñez, de nuestra propensión al pecado, de nuestras imperfecciones. Si conocemos lo que realmente somos, nos veremos llevados al desprecio de nosotros mismos. Nos sentiremos movidos a humillarnos, a rebajarnos. Seremos obligados a proceder de acuerdo con este conocimiento”*. P. Francisco Jordán. P. y E.