“Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu". A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás". Salmo 30.

Abril 2 del 2021

LA CRUCIFIXION DE JESUS, REFUERZA NUESTRA FE, REVIVE LA ESPERANZA Y DESVANECE LA MARCA DEL PECADO.

Hoy se celebra la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y en ella, el Evangelio de Jn 18, 1-19,42, nos transmite un hecho que contradice el sentido común, ya que la gloria de Dios se hace manifiesta a través de la humillación de Jesús.

El soportó con valentía su muerte sufriendo no solo el dolor físico, sino también, la angustia, la tristeza, el miedo, la desilusión y el abandono de todas esas personas que creía haber transformado; pero que, al final, le abandonaron y lo traicionaron. 

Jesús en la cruz nos enseña la grandeza del Amor de Dios para con la humanidad. "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él, no perezca sino que tenga vida eterna" Jn 3,16

No es fácil el camino de la cruz, pero a pesar de ello, Jesús nos ha invitado a que como sus seguidores seamos capaces de colaborar en la salvación de nuestros hermanos que hoy sufren y viven en la miserias y el abandono.

Jesús fue crucificado inocentemente, pero esa crucifixión refuerza nuestra Fé, revive la esperanza y desvanece la marca del pecado. 

Jesús nos dice: "El que no tome su cruz y me siga, no es digno de mi " Mt 10,38 y ello significa que debemos ser auténticos y a tener firmeza y fortaleza en las adversidades.

"Vivid siempre en la convicción de que, recibiendo muchas cruces, es como llegaréis a ser Santos.  Y debéis llevarlas con paciencia, si queréis salvar muchas almas. ¡No os asustéis ante la cruz! Pues es un signo de que Dios nos ama".  P. Francisco Jordán  P. y E

SOMOS SIGNOS DEL AMOR Y LA MISERICORDIA DE DIOS. LLEVEMOS A TODOS LOS LUGARES LA ESPERANZA DE VIDA NUEVA Y ABUNDANTE.