jueves, junio 11, 2020
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Jueves 11 de Junio del 2020

JESÚS NOS PIDE A QUE PONGAMOS TODO NUESTRO INTERÉS EN MULTIPLICAR EN TODOS LOS LUGARES EL REINO DE DIOS, DANDO NUESTRO PROPIO TESTIMONIO DE CONVERSIÓN"


" El Señor revela a las naciones su Justicia"..."Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su Santo brazo"...Salmo 97

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 10, 7-13, Jesús da a sus discípulos las instrucciones de como deberán anunciar la Buena Noticia del Reino a todas las gentes y les pide ser portadores de paz y ha acoger a todas aquellas personas que la sociedad excluye (los pobres, los enfermos, los necesitados del Amor y la Misericordia; como también, a insertarse entre ellos y ayudarles a que obtengan una mejor calidad de vida).

Y es que todos los que hemos sido bautizados y aceptado con decisión y libertad seguir a Jesús, Él nos ENTREGA UNA MISIÓN y  nos pide poner en ella TODO EL INTERÉS y EL EMPEÑO para, Anunciar el Reino de Dios en todos los lugares donde nos encontremos y sin miedo; no solo para predicarlo, sino para que con nuestras propias vidas,  demos testimonio de sus enseñanzas recibidas y de todas las verdades y doctrinas que le señala la Iglesia. Nos pide también,  Apoyar a los que necesitan del amor y la justicia y junto con ellos, practicar una nueva manera de vivir y de convivir.

Él no necesita que tengamos recursos económicos, No, aunque son necesarios pero no indispensables. 
Él nos quiere pobres para así, evangelizar a los pobres. Él así nos lo señala en el Evangelio de hoy: " Cuando salgan a evangelizar, no lleven en el cinturón ni oro ni plata ni cobre, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas ni sandalias, ni bastón, bien merece el obrero su sustento." Mt 10,  9-10.
Ello significa que La pobreza evangélica es fundamental para que el Reino de Dios se difunda y llegue a la gente. 

Hoy, este Evangelio nos habla a ti y a mi y nos pide que nos sentemos un momento y nos miremos por dentro, en lo profundo de nuestros corazones, y nos preguntemos:
¿Que estoy haciendo yo, como apóstol de Jesús? ¿Me estoy entregando gratuitamente a otros sin intereses particulares y sin querer sacar de ellos provecho? ¿Ayudo y apoyo a los más necesitados para que aprendan y hagan vida un mejor bienestar familiar?

Jesús nos insiste que seamos Luz y Sal para el mundo; y con nuestras vidas, dones y carismas, brindemos la alegría del Evangelio que Jesús proclamó y nos enseñó, de la manera más sencilla y centrada en lo que es fundamental: EL AMOR

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ser Verdaderos testigos del amor y la esperanza para la humanidad. 

Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:39 a.m. | Permalink |


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