martes, marzo 17, 2020
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Martes 17 de Marzo del 2020

"JESÚS NOS INVITA A SER MISERICORDIOSOS COMO EL LO FUE. A QUE PERDONEMOS HASTA SETENTA VECES SIETE."

Les traigo hoy para reflexionar el siguiente escrito de nuestro guía espiritual: Padre Ignacio Madera SDS al escribir sobre: FRANCISCO JORDÁN SOÑADOR, y dice así:

"La historia de Francisco Jordán desde la adolescencia y juventud se caracterizan no por ser conformista con el tiempo vivido, por no adentrarse ni amilanarse ante las dificultades de la vida, no dejarse atrapar por los frenos y los condicionamientos que afectan el presente, el futuro  y la totalidad de la vida. Porque estaba jalonado por sus sueños fue un activo superador de dificultades y un serio emprendedor de lo que parecía imposible"
Esto lo traigo hoy a colación  al tiempo que vivimos, la Cuaresma; y también, por las restricciones ante el virus que nos afecta a todos.

La Cuaresma es un tiempo especial para que reflexionemos y nos examinemos a los ojos de Dios. 
Es un tiempo preciso para la penitencia y la reconciliación como también, para acercarnos a Dios de manera sincera y de absoluta confianza para ofrecerle nuestros desconciertos ante las realidades que tenemos que afrontar en el día a día. 

Hoy en el Evangelio de Mt 18, 21-35, Jesús nos propone una fórmula para obtener de Él el perdón y la reconciliación.

Cuando fue interrogado por Pedro,  quien le preguntó: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarle? ¿Hasta siete veces?" Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete " Mt 18, 21-22.

San Juan en su primera carta, también nos lo manifestó: "El que no ama a su hermano a quien ve, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ve?". 

Cabe entonces preguntémonos: ¿ Será que estamos siendo coherentes cuando afirmamos que amamos a Dios y nos estamos olvidando que a nuestro alrededor tenemos unos hermanos y amigos que tratamos con odio y egoísmo?

Jesús nos muestra hoy, con esas sus Palabras:  " No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" que el perdón no tiene límites.

Solemos decir que Dios es grande en Misericordia y por tanto, debemos nosotros también ser Misericordia.
El Evangelio de hoy nos lo muestra con toda claridad.

El comportamiento del sirviente que se arrodilló ante el Rey para suplicarle que tuviera compasión de él y escuchando las súplicas, el Rey le perdonó. Pero, al salir del recinto, al encontrarse con uno de sus deudores, no hizo lo mismo que el Rey. 

Y es que el perdón comienza cuando somos capaces de no fijar nuestra atención en lo que los demás llevan a cabo con nosotros. 

Pero vivimos una gran realidad, porque el perdonar cuesta mucho cuando la herida de las ofensas están vivas y las cultivamos en el corazón.

Jesús nos muestra sus comportamientos de su infinita Misericordia y más cuando estaba clavado en la cruz, cuando pidió clemencia por sus ejecutores.

¿Son nuestros gestos iguales a los que Jesús mostró con sus adversarios? 

Atrevámonos a seguir los pasos de Jesús siendo Misericordia como lo fue Él. 

Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:12 a.m. | Permalink |


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