REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Lunes 16 de Diciembre del 2019
"JESÚS MUESTRA SU AUTORIDAD Y NO SE DEJA ACORRALAR FRENTE A LOS INTERESES DEL MUNDO"
Señor, nos acercamos a ti, para decirte que te amamos, que eres nuestro guía y compañero inseparable. Danos las fuerzas para continuar sirviéndote y nunca desfallecer.
"¿Con que autoridad haces esto?, ¿Quién te ha dado tal autoridad?" Mt 21, 23.
En el Evangelio de hoy tomado de Mt 21, 23-27 podemos apreciar a Jesús enseñando en el templo y lo hace con una gran autoridad, es decir, con el poder que su Padre le concedió para ordenar y guiar a la humanidad a que busque el camino correcto que les conduce a su salvación.
Los Sumos Sacerdotes y los Ancianos del pueblo dudaban y no querían aceptar sus propuestas de cambio, a pesar, de que ya habían escuchado pregonar a Juan Bautista cuando recorría las calles y ciudades anunciando: "Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados y vuelven a Dios, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego"
Pues bien, ellos, estaban muy embelesados e inmersos en el juego de las autoridades judías de ese entonces y no entendían nada de lo que Jesús decía.
Miren, ellos a pesar de pregonar también sus leyes, ni hacían lo que decían y ya sus simpatizantes o seguidores se estaban marchando para seguir a Jesús.
Ante la pregunta capciosa que le hacen sus adversarios, Jesús no se deja acorralar y responde con otra pregunta muy sabia, pues ante todo buscaba su salvación.
Ellos deliberan juntos pero no responden a esa pregunta, siguen metidos en sus intereses e intentan quedar bien ante la gente.
Así nos sucede hoy cuando nos quedamos embelesados ideando o construyendo nuestros planes, gustos y apetencias para obtener categoría social, el dinero, los placeres; no buscamos la voluntad de Dios ni tampoco entendemos eso del arrepentimiento que predicaba Juan Bautista.
Que buena oportunidad tenemos en este tiempo de gracia que estamos viviendo: el Adviento.
Si queremos entrar en la gracia que Jesús vino a traernos, tenemos que colocar toda nuestra confianza en Dios y con mucha fe y decisión, apartarnos de esas situaciones y seguridades que nos mantiene atrapados y así, poder reconocer a ese Divino Salvador, el Jesús Hijo de Dios que ha de nacer en el pesebre de nuestros corazones.
SI PODEMOS, ATREVÁMONOS
Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.