martes, julio 26, 2011
UNA REFLEXION PARA ESOS MOMENTOS DIFÍCILES

Quiero hoy compartirles una reflexión que se ha basado en el Evangelio de San Lucas 21, 5-19 y que nos ha de ayudar a tomar actitudes de ser pacientes y perseverantes en medio de todas nuestras dificultades.

Somos conscientes de los profundos cambios socioculturales que se están produciendo en nuestros días y la crisis religiosa que sacude las raíces del cristianismo en occidente, ellas, nos han de urgir más que nunca a buscar en Jesús la luz y la fuerza que necesitamos para leer y vivir estos tiempos de manera lúcida y responsable.


Como podemos percatar en Evangelio, Jesús nos llama al realismo. En ningún momento Él, augura a sus seguidores a un camino fácil de éxito y de gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor.


Nos invita a la ingenuidad. En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de salvación. Éstas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie os engañe»: no caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, «no vayáis tras ellos»: No seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.


Nos pide centrarnos en lo esencial. Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: «Yo os daré palabras y sabiduría»… Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.


Nos exhorta a dar testimonio de vida. Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.

Y nos convoca a la Paciencia. Ésta es la exhortación de Jesús para momentos duros: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». El término original puede ser traducido indistintamente como "paciencia" o "perseverancia". Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.

SEÑOR, TU NOS MUESTRAS LOS CAMINOS Y NOS GUIAS POR LOS SENDEROS DE LUZ, LLENANOS DE PACIENCIA Y PERSEVERANCIA PARA LOGRAR ALCANZAR LA VIDA QUE NOS QUIERES DAR.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:57 a.m. | Permalink |


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