Abrámosle hoy las puertas de nuestros corazones a la acción maravillosa de Dios con la seguridad de que sostenidos de su mano, iremos caminamos hacia esa felicidad esperada construyendo nuestros sueños y proyectos con una vida fortalecida en la esperanza. El nunca nos defraudara.

Dios cumple sus promesas y nosotros sus hijos tenemos que ser pacientes para ver que esas promesas se nos van cumpliendo en la vida.

Miren, si leemos Hechos 6.4; vemos que cuando Dios le dijo a Abraham: “Si, Yo te bendeciré y hare que tu descendencia sea numerosa”, le estaba sintetizando el compromiso de ayudarnos a que seamos felices llenando todos los vacíos ante cualquier circunstancia que se nos presentare en la vida por nuestras decisiones equivocadas.

Abraham, espero con paciencia y todo se le dio. Dios no miente ni nunca se arrepiente.

Si confiamos en El y vivimos según su Palabra siendo signos de conversión en el entorno de este mundo lleno de codicia, ansias de poder, desenfrenos sexuales, injusticias sociales, violaciones a los derechos humanos, etc. Nos vamos a quedar estáticos ante sus obras maravillosas. El así lo anuncio “ No van a quedar defraudados”. De verdad, veremos ahí, en cada circunstancia, el revivir de su gloria.

Nuestro Venerable Fundador, Padre Francisco María de la Cruz Jordán nos exhorta a perseverar en la Confianza en Dios, y nos dice: “Quisiera dejaros una herencia especial, si así puedo decir, y es precisamente una gran confianza en Dios” “Quien confía en el Señor no sucumbirá. No caerá aquel cuya fortaleza es el Señor” “No ceso de repetiros: Poned toda vuestra confianza en el Señor”.

Nuestro compromiso es creer y crecer en la fe. Cuanto más practiquemos la fe, más fe tendremos. Jesús nos lo dice: “Pedid y se os dará… porque todo el que pide recibe” (Lc 11,9-10) Conociendo la Palabra de Dios, conversando con Dios en nuestra oración y aprendiendo de las cosas que nos suceden cada día. Cuando así lo hagamos, aumentamos nuestra fe. Y veremos que “¡Todo es posible para quien cree!” (Mc 9,23).

Sea hoy el día en que ejercitemos la paciencia y descubramos que todo tiene su ritmo y que este, muchas veces, no se puede variar.

SEÑOR, GRACIAS POR HACERNOS ENTENDER QUE NOS AMAS Y QUE SIEMPRE ESTAS EN ACTITUD DE AYUDA HACIA NOSOTROS PARA QUE ALCANCEMOS LA FELICIDAD.