martes, enero 22, 2008
TOMAR CON OPTIMISMO LA VIDA

A pesar de todas las circunstancias adversas de la vida, es necesario hoy que todos los hombres del mundo tomemos conciencia que no es posible ceder ante las adversidades, antes por el contrario, nos debemos revestir como guerreros que llevan en su corazón el amor misericordioso de Dios, y aferrados a Él, vivir con valor y optimismo cada día, convirtiendo esos malos momentos en fortalezas que nos ayuden a seguir con ecuanimidad hacia adelante.

Al vivir unido a Dios, Él escuchará nuestras plegarias y nos ayudará a que seamos fortalecidos por la presencia de su Espíritu y con Él, en nuestro interior, llenarnos de coraje para luchar con la seguridad que nos liberará de todas las angustias.

No olvidemos que Dios es presencia renovadora en nuestras vidas, para ello nos envío a su Hijo Unigénito a fin de que todos lo tomemos como el perfecto modelo que encausa y da sentido a nuestras vidas; Él, como hombre alegre, comprometido con la vida de los demás, con un corazón dispuesto para dar y recibir, se mostró optimista de que muchos serían los hombres y mujeres que acatarían su ejemplo y se comprometerían a seguir sus pasos para alcanzar la salvación propuesta por el Padre.

Al conocer a Jesús y hacerlo vida en nuestros corazones, podemos vivir en la certeza que Él desde su palabra y nosotros en nuestras oraciones y entrega desinteresada, trabajaremos con ardor por no dejarnos distraer ante las angustias y los dolores que ocasionan las adversidades; y comprometidos ante su presencia no ceder un paso al desaliento e infortunios, sacando adelante nuestros planes y programas con alegría.

Así pues, es hora de despertar y tomar con optimismo la vida. Es necesario que desarrollemos con valor la alegría de nuestro corazón y con ella, contribuyamos a transformar la vida de nuestros hogares y la sociedad, generando un mejor bienestar y la mejor calidad de vida.

Te invito pues a que te apasiones por lo que vives en este presente y por todo lo que eres y haces. No te dejes vencer y que nada te quite la seguridad de que eres un triunfador lleno de la energía que te brinda el Espíritu Santo. Con Él, vas a seguir cosechando victorias. Recuerda que tu vida pertenece a Dios.

SEÑOR NO DEJES QUE NADA ME APARTE DE TI, ENSEÑAME A LUCHAR FRENTE A LA ADVERSIDAD.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:30 a.m. | Permalink |


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