Un creyente en Cristo se caracteriza por su coherencia al Evangelio y demuestra en sus acciones cotidianas la fe de una manera concreta sirviendo a los demás. Un creyente y seguidor de Jesús no busca ser servido sino que sirve.
Es necesario pues que quien se atreve seguir a Jesús ha de tener muy en claro, que todos los hombres, sin excepción de raza, religión o condición social, somos iguales y que no valemos por lo que poseemos, sino porque somos hijos de un mismo Padre que es Dios.

En el mundo rigen las fuerzas del mal simbolizadas en el poder y el dinero; y casi todos los hombres hemos sido sonsacados por la tentación de los privilegios que llevan el querer tener y poseer. Pero quienes nos hemos atrevido a seguir las huellas de Cristo Salvador, hemos abierto espacios a la acción del Espíritu de Dios para que nos ayude a deponerlos y con Él, encontrar las luces que nos conduzcan a ser humildes y sencillos de corazón ayudando y sirviendo a los demás.

Cuando nos unimos y celebramos la común unión con grupos de personas, luchamos por unir esfuerzos en el servicio de los unos con los otros, haciendo de cada talento un ministerio o una vocación particular. Y eso lo ha querido Dios a través de los tiempos y que el mismo Jesús dejó plasmado en el ejemplo de vida que testimonió cuando reunió y envió a sus discípulos para que fueran por todo el mundo proclamando su Evangelio.

Hoy es necesario que nos preguntemos si de verdad estamos actuando como verdaderos seguidores que no se creen; y que por estar vinculados a un grupo particular eclesial o por el hecho de asistir a misa estamos salvados o ya nos sentimos los hijos predilectos de Dios. Tenemos que entender que la fe tiene que ser vivida en el servicio, dando muestras de amor, aceptación, solidaridad y fraternidad.

Entendamos pues, que cada uno de los hombres tenemos un llamado particular hecho por Dios no solo a la vida o a ser discípulo de Jesús, sino que tiene la obligación de concretar de manera especial su propio proyecto de vida.

Preguntémonos: ¿Como va nuestra respuesta al llamado que nos ha hecho el Señor? ¿Será que estamos siendo consientes a nuestras dudas y limitaciones?

Nuestro compromiso de cristianos es ayudar a todos por igual y de manera especial a aquellos que la misma sociedad margina y desplaza y que hoy claman el amor.

DISCERNAMOS HOY SOBRE COMO ESTÁ HOY NUESTRA FE