jueves, enero 10, 2008
EMBELESADOS POR SU LUZ

La conciencia de los hombres es sacudida y embelesada por la radiante luz de Jesús, que constantemente nos manifiesta la misión de trabajar en la propagación de la fe y en la manifestación al mundo con hechos y acciones coherentes al Evangelio para que cada hombre y mujer en el mundo lo conozca y lo proclame como el Salvador.

La manifestación de Dios entre los hombres ha quedado simbolizada en la fiesta de la Epifanía, donde Jesús se da a conocer y a la vez es reconocido como el Rey de Reyes.

La llegada de personajes importantes y de los pastores al portal en Belén, nos permiten reafirmar la fe y la decisión de seguir tras las huellas del Maestro.
La vocación que hemos asumido nos permite considerar que somos sus discípulos imitando ha aquellos doce que lo siguieron de cerca, nos permite vivir conforme a su mensaje y dar testimonio de vida para convencer a muchos a que le busquen y conozcan el camino donde todos sin excepción, sin importar raza, religión y condición social logran la salvación.

Hoy ha de ser el momento que debemos escoger para reflexionar sobre nuestro verdadero seguimiento; y en un desierto preguntarnos muy sinceramente si estamos siendo iguales aquellos que vivían en Jerusalén, quienes a pesar de conocer las Santas Escrituras, se mostraron indiferentes e incapaces para adorar al recién nacido Rey de los Judíos, o si somos al igual que los Reyes Magos que al ver la luz radiante de la estrella, buscaron insistentemente su luz y llegaron al establo para conocerlo como Jesús y adorarlo como el Hijo Unigénito de Dios, comprometiéndose de por vida ser multiplicadores de su verdad y dispuestos a servirle como proclamadores del Reino en todo el mundo.

Jesús ha venido y ha llenado nuestros corazones con su luz, ha salido a nuestro encuentro y nos pide ansiosamente que le reconozcamos en medio de nuestra historia.

Las fiestas vividas dejan sembrada muchas alegrías y esperanzas y nos llenan el corazón de consuelo para que en nuestros afanes diarios, con nuestra fe cristiana, seamos cada día más perfectos y compartamos con todos los hombres la caridad y el amor que se nos manifiesta a través del encuentro personal con Él.

PROCLAMEMOS A CRISTO EN ACCIÓN Y PROMOVAMOSLO EN OBRAS, ACTUEMOS EN LA ESPERANZA BUSCANDO SIEMPRE UNA VIDA MÁS DIGNA PARA TODOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:32 a.m. | Permalink |


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