jueves, mayo 10, 2007
NUESTRA ACTITUD RADICAL FRENTE A LA VIDA
En la vida encontramos muchos motivos que nos entristecen y que nos lastiman, como es el caso de la perdida de un ser querido, de los amigos que se van de nuestro entorno buscando un mejor bienestar, las derrotas que tenemos en nuestros planes y proyectos, etc.… Situaciones que nos son difíciles de evadir, que forman parte de nuestra cotidianidad y que se convierten muchas veces en sufrimiento y dolor.

Cuantos viven amargados de la vida sin tener motivos valederos, reniegan de la vida y de Dios. Sus actitudes son siempre negativas y las convierten en manía. Se distancian de todo y alejan a muchos de sus lados porque sus comportamientos y apariencias físicas siempre son molestos.
Todo para ellos es de mala eficacia y son difíciles de convivir por el rechazo constante de las cosas que les sucedan en su entorno.

Hoy he querido referirme a este tema muy cotidiano y que nos permite adentrar en algo muy fundamental para realizar una vida ideal como Cristo la quiere: Vivir y convivir con la base del amor, como hermanos.
Es necesario que tomemos desde ya actitudes radicales frente a la vida personal, de familia, social o de comunidad para que nuestras relaciones con los demás sean signos de paz y de amistad, que construyamos una sociedad donde reine el amor, se destruya la violencia y se acabe el odio, el rencor, el egoísmo y se viva la justicia y la hermandad.

Es necesario que pensemos que cada instante que pasa y avanza el transcurrir de las horas, nuestra vida se va escapando de nuestras manos y el tiempo que nos queda para realizar nuestros sueños es cada vez más corto.
Me preocupa una sola cosa, que no le hemos dado la forma íntegra a esa misión que nuestro Padre Fundador Francisco María de la Cruz Jordán nos visionó y encargó realizar: La popularización de la palabra en todo el mundo, utilizar los medios que nuestro Salvador inspira, ser apóstoles efectivos en el mundo de hoy y dar a conocer al único y verdadero Dios con el ardor que encarna el ser discípulos del resucitado.

Se requiere que elaboremos proyectos, propuestas y compromisos radicales donde todos sin acepción nos coloquemos en las manos del Señor y con la ayuda de su Espíritu busquemos medios y modos para transformar al hombre y llevarlo a la búsqueda del amor misericordioso de Dios que acoge.

COMPARTAMOS Y TRABAJEMOS JUNTOS LOS IDEALES DE JORDÁN
 
posted by Laureano García Muentes at 5:24 a.m. | Permalink |


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