sábado, febrero 08, 2025

"El Señor es mi pastor, nada me falta"...Salmo 23.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 8 de Febrero del 2025

El Evangelio de hoy tomado de Mc 6, 30-34 nos presenta el regreso de los discípulos de su primera salida a misión quienes contaron a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado mostrándole su lealtad.

Dice el texto del Evangelio que: "Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: "Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco". Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas". Mc 6, 30-34.

Los discípulos llegaron de regreso de la misión que Jesús les propuso y llegaron de ella extenuados y Él los invitó a descansar. Entonces, se fueron con Jesús en una barca a un lugar cercano y despoblado. Cuando desembarcaron vio Jesús una gran muchedumbre y se compadeció de ellos porque eran como ovejas sin pastor.

Jesús muestra la grandeza de sus sentimientos: su amor por los hombres, siente pena y lastima por la desgracia que atraviesan y se muestra compasivo y misericordioso. 

Que gran lección hermanos nos regala hoy Jesús. Él tiene una gran ilusión con todos nosotros que hacemos parte de su Iglesia. El nos exhorta a no permanecer indiferente ante las necesidades de nuestros hermanos, pues ellos esperan de nosotros unas palabras de amor y de esperanza.

A pesar de nuestros cansancios, tenemos que estar siempre prestos al servicio para acoger a quienes se acerquen y ayudarles a superar sus necesidades y angustias. 

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a encender el fuego de la acción viviendo con firmeza el amor y la compasión qué Jesús nos ha enseñado. 

Gracias Señor por enseñarnos a mirar las necesidades de los demás antes de las nuestras! Ayúdanos a entender que sólo el contacto contigo en la Sagrada  Eucaristía logrará cambiar nuestros corazones. Enséñanos a vivir como Tú siendo compasivos y misericordiosos.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:48 a.m. | Permalink |


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