viernes, febrero 07, 2025

"El Señor es mi luz y mi salvación"...Salmo 27.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 7 de Febrero del 2025

El rey Herodes, a pesar de que apreciaba a Juan, hostigado por Herodías, que estaba muy en contra de Juan, que la reprochaba su unión con la mujer de su hermano, acabó dando muerte a Juan Bautista.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 6, 14-29 nos narran los acontecimientos y circunstancias que rodearon la muerte inocente de Juan Bautista.

Dice el texto del Evangelio que: En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido tanto, llegó a oídos del rey Herodes el rumor de que Juan el Bautista había resucitado y sus poderes actuaban en Jesús. Otros decían que era Elías; y otros, que era un profeta, comparable a los antiguos. Pero Herodes insistía: “Es Juan, a quien yo le corté la cabeza, y que ha resucitado”. Herodes había mandado apresar a Juan y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: “No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano”. Por eso Herodes lo mandó encarcelar. Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida; pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo. La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: “Pídeme lo que quieras y yo te lo daré”. Y le juró varias veces: “Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntarle a su madre: “¿Qué le pido?”. Su madre le contestó: “La cabeza de Juan el Bautista”. Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: “Quiero que me des ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre. Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron". Mc 6, 14-29.

Como lo vemos en este texto, la muerte de Juan Bautista por orden del Rey Herodes, fue un acto macabro. El rey abusa de su poder y actúa injustamente a sabiendas que comete un crimen bajo el capricho y los intereses arbitrarios de una bailarina y Juan Bautista, un hombre  inocente fue ejecutado por anunciar la verdad y defender la justicia.

Hermanos, hoy muchos de nosotros, que continuamos el legado de Jesús y de Juan Bautista corremos también el riego de seguir su suerte, pero Jesús nos anima y nos invita a desvelar el sentido de este sufrimiento.

Este Evangelio de hoy, nos muestra que tenemos que buscar las formas y maneras de parar este tren de la muerte y decir: Basta Ya porque no podemos ser testigos de semejantes aberraciones  y no hacer nada.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ponernos a la vanguardia de la justicia y la verdad e ir a la cabeza de la solidaridad y la paz.

Señor, queremos ser personas de principios y no veletas que se acomode a las exigencias pasajeras del entorno social. Qué ridículo suena la debilidad de Herodes pero qué real y cercana es esta situación en nuestros días, porque el mantener Tu voluntad como norma suprema de vida, dejando a un lado la vanidad y el respeto humano, es difícil, pero no hay nada imposible porque tu gracia nos fortalece y nos hace caminar hacia adelante. Señor, ¡nunca dejes que nos apartemos de tu verdad!

 
posted by Laureano García Muentes at 4:22 a.m. | Permalink |


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