"Que todos los pueblos te sirvan, Señor"...Salmo 72.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 7 de Enero del 2025
En el Evangelio de hoy tomado de Jesús nos está invitando a compenetrarnos más en la misión que Él nos legó, para llevar a los que sufren y viven la desesperanza, nuestras acciones generosas y solidarias para que les ayuden a superar sus necesidades y les presenta su revelación como profeta en La Multiplicación de los panes
Así nos lo muestra hoy el texto del Evangelio: "Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer”. El respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos”. Jesús preguntó: *“¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”. El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces Él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres". Mc 6, 34-44.
Miren Jesús muestra sus sentimientos, siente pena y una profunda lastima por el sufrimiento ajeno. Él nunca deja de conmoverse y siempre está en la disposición de enseñar a todos la compasión, el afecto, el cariño y la solidaridad.
Hermanos, Jesús tiene la ilusión de que nosotros tengamos un corazón de Apóstol para no ser indiferentes ante las necesidades de nuestros hermanos y más de los más necesitados, siempre actuando con generosidad y sin pensar en sacar provecho a las cosas; sino ofreciendo lo que tengamos y más los dones y talentos que Dios a puesto en nuestros corazones.
Te agradecemos Señor por haber entendido, un poco más, el milagro del compartir. No se trata de tener mucho o poco. Se trata de poner a disposición de los demás lo que tenemos. Se trata de poner a disposición de los que no tienen, aquello que nosotros no necesitamos. No podemos gastar en cosas superfluas lo que nos sobra, sabiendo que otros hermanos nuestros no tienen lo necesario.