lunes, abril 03, 2023

"El Señor es mi luz y mi salvación "...Salmo 27.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 3 de Abril del 2023

Iniciamos hoy una semana muy especial para todos los cristianos en el mundo. Una semana donde ocurren grandes cosas y que se hace necesario vivirlas en profundidad.

Podemos observar en la narración del Evangelio de hoy el cariño que tenia Jesús por esa familia amiga de Lázaro, a quien había resucitado, de Marta y María. Por eso, va con toda confianza a su casa, a cenar. Marta y María le expresan su amor, cada una a su manera. Marta, sirviendo a la mesa. María ungiéndole los pies con un perfume costoso. La nota discordante la pone Judas Iscariote, que en lugar de alegrase por el regalo de María a Jesús, afirma que hubiese sido mejor vender dicho perfume para dar ese dinero a los pobres, aunque en realidad era para él. La primera pregunta que nos hará Jesús es: “¿Cómo te ha ido con los pobres? ¿Les has dado de comer? Cuando estaba en prisión, ¿lo has visitado? En el hospital, ¿lo fuiste a ver? ¿Ayudaste a la viuda, al huérfano? Porque yo estaba allí”. Y por eso seremos juzgados. No seremos juzgados por el lujo o los viajes que hayamos hecho o la importancia social que hayamos tenido. Seremos juzgados por nuestra relación con los pobres.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 1-11 nos dice que: "Seis días antes de la Pascua Jesús fue a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado de la muerte. Le ofrecieron un banquete. Marta servía y Lázaro era uno de los comensales. María tomó una libra de perfume de nardo puro, muy costoso, ungió con ello los pies a Jesús y se los enjugó con sus cabellos. La casa se llenó del olor del perfume. Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: "¿Por qué no han vendido ese perfume en trescientos denarios para repartirlos a los pobres?", lo decía no porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón; y como llevaba la bolsa, sustraía de lo que ponían en ella. Jesús contestó: "Déjala que lo guarde para el día de mi sepultura. A los pobres los tendréis siempre entre vosotros, pero a mí no siempre me tendréis". Un gran gentío de judíos supo que estaba allí y acudieron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de la muerte. Los sumos sacerdotes habían decidido dar muerte también a Lázaro, pues por su causa muchos judíos iban y creían en Jesús. Jn 12, 1-11.

Jesús era perseguido por los judíos, pero a pesar de ello, va a Betania a visitar a sus grandes amigos y ellos le invitaron a cenar.

María admiraba mucho a Jesús y como gesto de amor, saca un frasco de perfume de nardo puro, se coloca a sus pies, se los lava y seca con sus cabellos. 

Esta actitud de María seguramente causó asombro a quienes allí se encontraban presentes. Ella, con esta ofrenda demostraba lo grande de su amor para con su Maestro.

Hermanos, este reproche de Judas refleja que era incapaz de abrirse al amor sino que estaba solo interesado en las cosas materiales y superfluas,  y a engrosar sus ambiciones materiales. 

Estamos en un tiempo de reflexión y meditación. Preguntémonos: ¿Con qué podremos ungir como lo hizo María los pies de Jesús? ¿Hay también en nosotros algo que impida acercarnos a Jesús y demostrarle nuestro profundo amor por Él?

Señor, que no nos ceguemos como Judas. Tú eres lo mejor de nuestras vidas, danos un corazón abierto a tu gracia y un alma generosa que sepamos corresponder a tu infinito amor.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:49 a.m. | Permalink |


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