miércoles, marzo 29, 2023

"A ti gloria y alabanza por los siglos"...Interleccional Dn 3.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 29 de Marzo del 2023

La libertad más verdadera, la esclavitud del pecado, ha brotado de la Cruz de Cristo. Somos libres de la esclavitud del pecado por la cruz de Cristo. Precisamente ahí donde Jesús se ha dejado clavar, se ha hecho esclavo, Dios ha puesto la fuente de la liberación del hombre. Esto no deja de sorprendernos: Pues la Cruz es el lugar donde somos despojados de toda libertad, es decir la muerte, para convertirnos en fuente de la libertad. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 31-42, Jesús revela su verdadera Identidad (Hijo de Dios, el Enviado para salvar a la humanidad). Y para darles mayor claridad a su misión salvífica, les dice a los judíos que habían creído en Él: "Les aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado. Un esclavo no pertenece para siempre a la familia; pero un hijo sí pertenece para siempre a la familia. Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres. Ya sé que ustedes son descendientes de Abraham; pero quieren matarme porque no aceptan mi palabra. Yo hablo de lo que el Padre me ha mostrado; así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado". Ellos le dijeron: "¡Nuestro padre es Abraham!" Pero Jesús les contestó: "Si ustedes fueran de veras hijos de Abraham, harían lo que él hizo. Sin embargo, aunque les he dicho la verdad que Dios me ha enseñado, ustedes quieren matarme." Jn 8, 34-40.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, los judíos cuestionan a Jesús porque los habían considerado esclavos de la ley; y por lo tanto, ellos le aclaran que son hijos de Abraham e hijos de Dios. Pero, Jesús a su vez les confronta diciéndoles: "Si Dios fuese vuestro Padre, me amarían y no estuviesen estudiando la forma como hacerlo caer en falsas palabras, apresarlo y deshacerse de Él". 

Y es que los judíos se creían dueños de la verdad y justificaban esa creencia por ser descendientes de Abraham. 

Hoy hermanos podemos afirmar que esta misma situación se presenta entre nosotros también. Miremos como: Quienes afirmamos ser discípulos de Jesús hemos entendido muy claramente que significa seguirlo. Y lo hacemos porque queremos conocer de manera ansiosa esa verdad que nos hará hombres libres; y para lograr esa verdad, es necesario vivir coherentes con lo decimos, sentimos y vivimos. 

Preguntémonos entonces: ¿Qué experiencia me está impulsando a reconocer a Jesús como el verdadero camino que nos lleva a la libertad? 

Señor, te pedimos que por medio de tu gracia se aumente nuestra fe para que podamos llegar a ser fuerte, luminosa, operante y contagiosa para todos los hombres para que, así, ellos sean capaces de conocer la verdad. Tú sabes cuánto necesitamos de ese don porque sin la fe no podemos amarte a Ti ni a los demás.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:00 a.m. | Permalink |


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