lunes, marzo 27, 2023

"Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo"...Salmo 23.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 27 de Marzo del 2023

El Evangelio de hoy nos habla de la mujer adúltera. Uno de los pasajes más conocidos por los cristianos. En él encontramos dos posturas antitéticas. La de los letrados y fariseos que no ven más que los hechos externos: “una mujer sorprendida en flagrante adulterio”. Y Jesús, que no ha venido a castigar, sino a curar, a sanar, a perdonar a todo corazón malherido, a alentar a que se vuelva siempre al buen camino… la perdona y la acoge. El diálogo de Jesús con ella, después de haber puesto en evidencia a sus detractores, está lleno de comprensión y de ternura: “Mujer, ¿Dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 1-11 nos muestra a Jesús bondadoso, amable, compasivo y misericordioso con los pecadores, como también, nos muestra a un Jesús severo con los que actúan con soberbia e hipocresía.

Dice el texto del Evangelio que Jesús después de pasar  la noche orando en el monte de los Olivos, por la mañana  volvió al Templo. Todos acudían a Él y sentado les enseñaba. Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y Tú, ¿Qué dices?”. Jn 8, 1-5 .

Jesús no soporta de los escribas y Fariseos la hipocresía y mucho menos esa sentencia de muerte para con esa mujer; y con sensatez y audacia pero con justicia, verdad y compasión, les  emite un juicio: "Quien se sienta libre de pecado, que arroje la primera piedra". Y... todos se fueron comenzando por los más ancianos.

Todos hemos pecado y con ello, hemos experimentado la vergüenza. Pero, hermanos, siempre en nuestros corazones Jesús está siempre atento y sofocando con su gentil voz el calor del arrepentimiento diciéndonos: Devuélvete y comienza de nuevo y no lo hagas más. "¡Yo no te condeno!". 

Y miren, así es ese Jesús amigo. Él nos anima a que no nos dejemos condicionar por ninguna ley, ni por ningún poder opresivo antes por el contrario nos exige conversión; porque Él no ha venido a condenar sino a recuperar la vida que ha sido maltratada.

Que distintos son los pensamientos de Dios frente al de nosotros. Él es compasivo y misericordioso con todos sin excepción, por amor. Nos perdona y nos hace libres ante el pecado. 

Señor, entrego mi pasado a tu misericordia, el presente a tu amor y el futuro a tu providencia. Señor Jesús, en este día venimos a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza, la sabiduría y la humildad para ser mejores cristianos. Revístenos de tu gracia, Señor, y haz que te glorifiquemos con las buenas obras que realicemos.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:00 a.m. | Permalink |


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