viernes, febrero 03, 2023

"El Señor es mi Luz y mi salvación "...Salmo 27.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 3 de Febrero del 2023

El martirio de Juan Bautista nos interpela nuestro corazón y la misión. Es la muerte del inocente, Juan Bautista, lo que finalmente dispara la Vida Pública de Jesús ¡Sí, como lo escuchan! Después de haber pasado 30 años de trabajo, silencio y oración en Nazaret, Jesús va a salir al mundo indignado justamente por esta muerte, por la muerte del inocente. A Jesús le quema por dentro tanta injusticia, le quema dentro ver tanta mentira, tanta corrupción, tanto atropello, tanta impunidad… y, por supuesto, tanto inocente sufriendo. Jesús con sus palabras y su vida, con su Evangelio y su Misión, viene a decir “¡Basta!”. Mi Padre Dios y yo, no podemos ser testigos de semejantes aberraciones y no hacer nada. Por eso, como dice el profeta: “he aquí que vengo yo mismo” a poner manos a la obra en la construcción de un Cielo nuevo y una Tierra nueva.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 6, 14-29, nos narra el martirio de Juan Bautista.

Dice el texto que: "Herodes, había mandado arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: “Pídeme lo que quieras y te lo daré". Y le aseguró bajo juramento: “Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntar a su madre: “¿Qué debo pedirle?”. “La cabeza de Juan el Bautista”, respondió esta. La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: “Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro". Mc 6, 14-29

Juan Bautista muere víctima  del capricho, la prepotencia y arbitrariedad de los que ostentaban el poder. Ni siquiera tuvieron respeto a la dignidad humana y a Dios solo por anunciar la verdad y la defensa de la vida. 

¿Cuántos de los que ostentan la autoridad se creen soberanos y desean que todos se postren ante ellos y cedan a sus caprichos? Si, muchos de nosotros, que seguimos a Jesús, estamos expuestos a ciertos Herodes por el simple hecho de anunciar el Reino de la Buena Nueva. 

Este Evangelio de hoy nos ha de ayudar a cuestionar nuestro actuar como seguidores de Jesús y a Transmitir  sin miedo o temor su mensaje que se transforma en amor, justicia, paz y libertad.

¿Será que me estoy dejando seducir por las conveniencias del mundo y tomo acciones y actitudes solo por quedar bien ante los demás?

Señor, queremos seguirte siempre. Ser  personas de principios y no como una veleta que se acomode a las exigencias pasajeras del entorno social. Si, qué ridículo suena la debilidad de Herodes pero qué real y cercana es esta situación, porque el mantener Tu voluntad como norma suprema de nuestras vidas, dejando a un lado la vanidad y el respeto humano, es difícil pero posible porque tu gracia nos fortalece. ¡Nunca dejes que nos apartemos de tu verdad!

 
posted by Laureano García Muentes at 4:53 a.m. | Permalink |


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