miércoles, enero 25, 2023

"Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio". Salmo 117.

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY 

Miércoles 25 de Enero del 2023

En el evangelio, Jesús nos dice que la tarea de la Iglesia -evangelizar-, no es exclusiva de nadie, ni va dirigida a grupos concretos, por muy entendidos que se consideren. Jesús envía a sus amigos al mundo entero para que sigan adelante con su misma misión: que todas las personas tengan vida, y vida en abundancia.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 16, 15-18 nos  regala en un pequeño texto donde Jesús después de haber Resucitado en la mañana del tercer día de su muerte en una cruz, se le apareció a los Once mientras comían. Él reprochando su incredulidad  y obstinación por no haberles creído a los que les habían visto, les dice: *“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán”* Mc 16, 15-18.

Jesús les entrega la misión de *Salir a predicar, a multiplicar lo que han aprendido y visto con sus propios ojos*. Es éste, el gran mandato que como sus discípulos estamos llamados a realizar en cualquier lugar donde nos encontremos. No solo de palabras sino con hechos que den testimonio de ese maravilloso encuentro con Jesús hasta el final de los tiempos. 

Vayan a los cruces de los caminos y sin miedo, sin perjuicio, sin superioridad y sin tapujos, anunciemos la alegría de vivir con fe y decisión el Evangelio.

Hermanos, tenemos este mandato, no nos quedemos tranquilos y durmiendo los sueños que pensamos realizar sino que nos despertemos y nos levantemos a ir y visitar a quienes sientan el dolor y el fracaso de sentir sus vidas truncadas por las injusticias y la falta de amor. Es éste, nuestro mayor compromiso con el Salvador. 

Señor,  márcanos el camino a seguir teniendo siempre el gran ejemplo de la vida que nos dio el apóstol san Pablo, quien una vez que experimentó tu amor ya no hubo nada ni nadie que lo apartará de su misión.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:30 a.m. | Permalink |


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