lunes, enero 16, 2023

"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec"... Salmo 110

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 16 de Enero del 2023

El evangelio de hoy los fariseos se preguntaban por qué los discípulos de Jesús no se ajustaban al «ritualismo» que daba de alguna manera el signo de autenticidad con respecto al maestro. La respuesta de Jesús es simple: porque en adelante, los seguidores de Cristo, no se distinguirán por sus prácticas religiosas, sino por un estilo de vida centrado en el maestro y dirigido por la fuerza del Espíritu Santo. Con esto, no destruye el odre y el vino del Antiguo Testamento, que es bueno, sino que va más allá: para ser discípulo de Jesús, no basta ayunar y cumplir con las prácticas religiosas (ritualismo), sino dejarse conducir por el poder y el amor del Espíritu.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 2, 18-22, nos habla de un conflicto prestado entre algunos discípulos de Juan Bautista y los Fariseos quienes pretendían llamarle la atención a Jesús sobre la norma del ayuno. Ellos le dijeron: " “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?” Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.” Mc 2, 18-20.

Los Fariseos y los discípulos de Juan Bautista estaban inquietos sobre las actuaciones de Jesús porque no iban acorde al ritualismo imperante que les había enseñado Juan Bautista. Por otra parte, Jesús les hace una declaración asombrosa y les da a entender que Él, es el novio. Con ello, quiere darles a entender que con Él  ha llegado la plenitud de los tiempos y todo se ha de valorar con relación a Él, pues el ayuno que practican no tiene ningún sentido. Ya el Novio está presente y  con todos los que le aceptan; por ello les dice: A tiempos nuevos corresponde nuevas actitudes y cosas. "A vino nuevo, odres nuevos". Mc 2, 22

Hermanos, quien se convierte en vino nuevo se forma en Jesús y se compromete a realizar un cambio profundo y nuevo en su vida, por tanto, no nos contentemos con lo que hoy somos, sino más bien, luchemos por ser uno como lo es Cristo - Jesús. 

Señor, danos la sabiduría necesaria para saber ayunar de todo aquello que pueda disminuir nuestra fidelidad y la total entrega a la misión que nos has encomendado; y así, ser esos discipulos efectivos para el mundo de hoy.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:13 a.m. | Permalink |


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