viernes, enero 27, 2023

"Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas"...Salmo 37.

REFLEXION DEL EVANGELIO DE HOY

Viernes 27 de Enero del 2023

El Reino de Dios es silencioso, pero siempre está en acción. Ese es el mensaje central que nos deja el evangelio de hoy  en el cual Jesús habla a través de la parábola del grano de mostaza. Un granos muy pequeño, pero tiene una gran fuerza, una fuerza interior que da vida. Así es el Reino de Dios, va creciendo pacientemente, no actúa con inmediatez, respeta los tiempos de crecimiento y actúa sin prisas.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 4, 26-34 está compuesto de dos enseñanzas: La parábola del agricultor paciente y la del grano de mostaza.

Jesús le habla a la gente que le seguía y les dice: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”. También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. Mc 4, 26-32.

Jesús quiere presentarnos hoy cuán grande es la eficacia de la Palabra de Dios como también, las exigencias que este nos pide y nos dice que el Reino de Dios es el vigor interno que contiene la Palabra y que como una semilla, por más diminuta que sea, se va desarrollando  gradualmente hasta convertirse en un árbol frondoso donde muchos llegan a recibir su sombra. 

La semilla del Reino de Dios  ha sido puesta en la tierra por Jesús y llegará a su madurez porque Dios le dará las fuerzas necesarias para su fecundidad y así, transformar la vida de muchos. 

Hermanos: El Señor quiere que tú y yo sembremos en nuestros corazones su Palabra y la mantengamos con sus cuidados para que ésta se convierta en un árbol donde podamos percibir su cosecha de albergar a muchos hombres y mujeres dispuestos a cambiar sus vidas y convertirse en signos del amor y de la esperanza.

Hoy San Pablo nos dice: "No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos" Gal 6,9.

Jesús, ayúdanos a cumplir la misión de vivir como unos cristianos activos al servicio de tu Iglesia siendo instrumentos de la salvación; para que así, seamos atrayentes y sean muchas las personas del mundo que conociendo como somos y actuamos, se encuentren contigo.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:47 a.m. | Permalink |


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