martes, diciembre 20, 2022

"Va a entrar el Señor, el Rey de la gloria"... Salmo 24.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 20 de Diciembre del 2022

«Alégrate», dice el Ángel Gabriel a la joven Virgen. En una aldea perdida de Galilea, le habla y le conmueve el corazón a una joven mujer desconocida para el mundo, Dios enciende la chispa de la felicidad para todo el mundo. Y hoy el mismo anuncio va dirigido a la Iglesia, llamada a acoger el Evangelio para que se convierta en carne, vida concreta. Este anuncio le dice a la Iglesia, a todos nosotros: «Alégrate, pequeña comunidad cristiana, pobre y humilde aunque hermosa a mis ojos porque deseas ardientemente mi Reino, tienes sed de justicia, tejes con paciencia tramas de paz, no sigues a los poderosos de turno, sino que permaneces fielmente al lado de los pobres. Y así no tienes miedo de nada sino que tu corazón está en el gozo» (S:S Francisco. Ángelus, 16 diciembre 2018).

El Evangelio de hoy tomado de Lc 1, 26-38 dice que: "Al sexto mes envió Dios al Ángel Gabriel a la ciudad de Galilea llamada Nazaret a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David,  la Virgen se llamaba María. Él ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin". Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido en hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.” María contestó: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". Y el ángel se retiró. Lc 1, 26-38.

Este evangelio nos centra en los acontecimientos sucedidos antes del nacimiento de Jesús. 

Dios ha tomado la iniciativa, llama y le da una misión a María y ella, con absoluta disponibilidad, se abandona de si misma, confía y se deja llevar por el amor de Dios haciéndose obediente a su Palabra.

Hermanos, con mucha frecuencia nos hemos dejado arrastrar por las tristezas y cuando las vivimos se nos va apagando la alegría. La Fe se nos debilita y todo lo vemos muy difícil. 

Jesús nos está invitando a despertar y recuperar la paz que Él nos a dejado de herencia. Ante tantos problemas y circunstancias adversas sentimos el miedo  y el temor para vivir un futuro incierto; y este, nos causa mucho daño impidiéndonos caminar con esperanza. Se nos hace importante entonces reconstruir la confianza y la fortaleza en Dios siendo humildes y sencillos dispuestos a escuchar la Palabra que le dijo el Ángel Gabriel a María: "No temas".

Que este tiempo de gracias Dios nos haga valiente y dispuestos ante todas las crisis que atravesemos; y le digamos: "Aquí estoy para hacer tu voluntad ".

Señor, sea tu Palabra liberadora, sanadora, transformadora en la vida de los amigos; solo tu sabes lo que viven, lo que les preocupa, lo que sienten, piensan, anhelan, les falta y desean; solo tu puedes hacer que las circunstancias por las que pasan hoy, sean un testimonio mañana. Oramos porque nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración al igual que María crean y proclamen a sus amigos y vecinos: Para Dios nada hay imposible. Lc 1.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:23 a.m. | Permalink |


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