"Sacarán agua con gozo de las fuentes del Salvador"...Is 12.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 19 de Octubre del 2022
Para nosotros Jesús es el Hijo de Dios, el que ha venido hasta nosotros en un acto de sublime amor, el que nos ha ofrecido y nos sigue ofreciendo su amistad, su luz, su cuerpo, su sangre, su persona… nunca pensaremos en su venida hasta nosotros con el miedo y el desasosiego que se teme la llegada de un ladrón a nuestra casa. Nunca le veremos ni le esperaremos como a ese el amo severo que nos va pedir cuentas detalladas de nuestra actuación y si fallamos nos despedirá de su lado…No tendremos ningún miedo a qué hora viene el Hijo del hombre. Todo lo contrario, ansiaremos con profundo gozo, con una gran ilusión, que regrese, y poder seguir disfrutando de su amor, de su palabra, de su compañía…
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 12, 39-49 Jesús expresa a sus discípulos su preocupación porque quiere que entendamos con total claridad cómo será el fin de la vida terrena. Y utilizando la parábola del administrador fiel y prudente la compara con la sorpresiva visita de un ladrón, que entra en nuestras casas sin el aviso previo y sin que nadie lo espere. Y dice: "Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.» Lc 12, 39-40.
Él quiere que estemos en permanente alerta, bien despiertos y con los sentidos orientados.
Él necesita, que tu y yo, estemos plenamente convencidos, entregados y enamorados, para demostrar con sinceridad a otros, el amor que sentimos por Él. Si hermanos, Él necesita unos admiradores fieles y dispuestos para trabajar en cualquier momento en todos los lugares donde nos encontremos y donde seamos enviados.
Mantengámonos vigilantes de nuestras obligaciones y sepamos que Él conoce de los riesgos que sufrimos como el cansancio, la rutina, el acostumbrarse a hacer siempre lo mismo y a dormirnos en nuestros laureles. El nos dice: "No teman, ni estén preparados y llenos de ansiedad porque vuestro Padre ha tenido bien en darles el Reino" Lc 12, 32.