viernes, junio 26, 2020
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Viernes 26 de Junio sel 2020


JESÚS NOS MUESTRA LA GRANDEZA DE SU MISERICORDIA, SANA Y RESTABLECE A TODOS LOS QUE DESEAN SANARSE"

"Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti"..."Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sion; en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítara"...Salmo 136.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 8, 1-4, después de bajar de la montaña donde hizo la proclamación de las Bienaventuranzas a la gente que le seguía, lo aborda un leproso y al postrarse delante de Él, le dijo: "Señor, si quieres, puedes sanarme", Él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: "Lo quiero, quedas sano y al instante,  se le quitó la lepra" Mt 8, 1-3.

Los leprosos en la época de Jesús eras marginados y despreciados por el pueblo; quienes les señalaba de "malditos"  porqué no tenían la bendición de Dios.

Jesús le transforma su situación, se le acerca contradiciendo la ley y le toca diciéndole " Lo quiero. quedas curado" Mt 8, 3.

Miremos algo muy interesante: Jesús no solo lo sana físicamente sino que lo purifica para que se pudiese reintegrar a la comunidad por ello, le pide que vaya al templo, se presente ante los sacerdotes y lleve consigo la ofrenda que Moisés había establecido como ley.

Hoy en nuestro mundo existen aún muchas discriminaciones, condenas y muertes por las diferencias de raza, religión y clases sociales que marginan y apartan a muchos hombres y mujeres, no solo por sus enfermedades, sino por sus condiciones de pobreza extrema y por ser de un color diferente.

Jesús, nos enseña hoy a todos nosotros a cerca de la restitución de la dignidad y que todo aquel que hemos apartado por ser diferente y estar viviendo en condiciones de marginación  dale su lugar en la sociedad

Es importante que tengamos muy presente también, que cuando deseamos buscar ese encuentro con Jesús, no tengamos miedo por creer que nos va a señalar y juzgar por nuestros defectos  y desobediencias; recordemos que Él, siempre está  con sus brazos abiertos y extendidos para curarnos y restaurar nuestras heridas; Él así lo ha expresado muchas veces: " Venid, benditos de mi Padre a disfrutar del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo" Mt 25, 34. "Vengan a mi los que se sienten cansados y agobiados que yo los aliviaré " Mt 11,28

Pidámosle a Jesús que siempre estemos a su lado disfrutando de su amistad y que nunca más, nos apartemos de Él para buscar caminos que nos conduzcan a la perdición y a la muerte. 

Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios 
 
posted by Laureano García Muentes at 6:34 a.m. | Permalink |


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