El libro de los Proverbios (3:
27- 34) nos explica que, para recibir las bendiciones de Dios, debemos tomar
medidas inmediatas cuando podemos hacer algo que beneficie a otros. A los
humildes, Dios nos muestra misericordia para que podamos estar llenos de bondad
hacia los demás, incluso cuando no lo merecen.
Él no retiene su amor a
nosotros cuando somos arrogantes y desagradables, y debemos tratar a los demás
de la misma manera. La bondad de Dios está siempre disponible para
nosotros, pero para experimentarla más, tenemos que estar unidos a Él al
compartir su bondad con los demás.
Cuando tratamos bien a los
demás avivamos su fuego - Amenizamos su luz - nuestra unidad con Cristo; y en
esa relación más estrecha, experimentamos más de su amor incondicional y su
bondad.
Rompemos la unidad y
escondemos la luz de Cristo cada vez que somos miserables en el amor, en
donaciones financieras, en las posesiones y con el uso de nuestros talentos y
tiempo.
Tales egoísmos vienen del miedo: Tenemos miedo de que algo malo nos va a pasar si nos entregamos más de lo que calculamos será seguro para regalar. ¡Y podríamos estar en lo cierto! Pero el amor incluye el sacrificio, y el miedo no es de Dios.
El miedo es una oscuridad
que envuelve la luz de Cristo. ¿Confiamos en Dios o no? El miedo dice no.
¿Creemos que Dios puede y va a hacer un bien mayor provenir de lo malo que
sucede cuando hacemos el bien? El miedo dice no. El amor dice que sí, pero
el amor no siempre es lógico o protegido de dolor. Lo recordamos cada vez que nos
fijamos en una imagen de la crucifixión de Cristo.
Jesús dice: "Para
cualquiera que tiene, más se le dará," pero sólo porque lo damos. Si
limitamos nuestra generosidad y retenemos el amor o bondad o cualquier otra
bendición que Dios nos ha dado, limitamos el combustible de Dios para la llama.
Y así, "al que no tiene, aun lo que parece tener le será quitado." Es
peligroso ocultar la luz de Cristo.
¿Cuán ardiente - celosa y
emocionada - es tu fe? ¿Está creciendo tu espíritu o marchitándose? ¿Qué estas
reteniendo, protegiéndolo para ti mismo? Para llegar a ser más unidos a
Cristo y toda su bondad, mira hacia adentro y entra en contacto con la alegría
que sentirías si te deshaces de los temores que han oscurecido tu vida.
Tomado de Reflexión de las Buenas Nuevas para el alma