miércoles, mayo 11, 2011
CRISTO ESTÁ PRESENTE ENTRE NOSOTROS!

"Cristo vive. Esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe. Jesús, que murió en la cruz, ha resucitado, ha triunfado de la muerte, del poder de las tinieblas, del dolor y de la angustia.

“No temáis”, con esta invocación, saludó el ángel a las mujeres que iban al sepulcro: ¿Vosotras venís a buscar a Jesús Nazareno, que fue crucificado? ¡Ya resucitó, no está aquí!

Estamos llenos de alegría todos los cristianos en el mundo, Cristo el Enviado por Dios, ha Resucitado. Vive entre nosotros.

Celebramos el tiempo pascual que es tiempo de alegría, de una alegría que no se limita a esa época del año litúrgico, sino que se asienta en todo momento en el corazón del cristiano. Porque Cristo vive: Cristo no es una figura que pasó, que existió en un tiempo y que se fue, dejándonos un recuerdo y un ejemplo maravillosos. No: Cristo vive. Jesús es el Emmanuel: Dios con nosotros. Su Resurrección nos revela que Dios no abandona a los suyos.

Cristo vive en su Iglesia. "Os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si yo no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros, pero si me voy, os lo enviaré". Esos eran los designios de Dios: Jesús, muriendo en la Cruz, nos daba el Espíritu de Verdad y de Vida. Cristo permanece en su Iglesia: en sus sacramentos, en su liturgia, en su predicación, en toda su actividad.

De modo especial Cristo sigue presente entre nosotros, en esa entrega diaria de la Sagrada Eucaristía. Por eso la Misa es centro y raíz de la vida cristiana. En toda misa está siempre el Cristo Total, Cabeza y Cuerpo. Porque Cristo es el Camino, el Mediador: en El, lo encontramos todo; fuera de Él, nuestra vida queda vacía. En Jesucristo, e instruidos por El, nos atrevemos a decir: Padre nuestro. Nos atrevemos a llamar Padre al Señor de los cielos y de la tierra. La presencia de Jesús vivo en la Hostia Santa es la garantía, la raíz y la consumación de su presencia en el mundo.

La vida de Cristo es vida nuestra, según lo que prometiera a sus Apóstoles, el día de la Ultima Cena: “Cualquiera que me ama, observará mis mandamientos, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él”

COMO VERDADEROS SEGUIDORES DE CRISTO DEBEMOS -POR TANTO- VIVIR SEGÚN LA VIDA DE EL, HACIENDO SUYOS SUS SENTIMIENTOS, DE MANERA QUE PODAMOS EXCLAMAR CON SAN PABLO: “ NO SOY YO EL QUE VIVE, SINO QUE CRISTO VIVE EN MÍ."
 
posted by Laureano García Muentes at 6:06 a.m. | Permalink |


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