viernes, febrero 14, 2025

"Dichoso el que está absuelto de su culpa"...Salmo 32.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 14 de Febrero del 2025

En el Evangelio de hoy tomado de  se narra el milagro de Jesús de la Sanación un Sordo con dificultad de hablar. Este hecho ocurre en territorio pagano de la región de Decápolis.

Dice el texto del Evangelio que: "En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos". Mc 7, 31-37. 

A Jesús, sus seguidores le imploraban que curará al sordomudo; y Él, apartándole de la muchedumbre, le mete sus dedos en los oídos y escupiendo saliva en sus dedos, le tocó la lengua y éste quedó sano.

Es de anotar que en la época de Jesús consideraban la saliva con unas virtudes curativas. Era un remedio  medicinal. Jesús, mira al cielo como indicándole a la gente que la fuente de la curación provenía de Dios y en forma de oración, dijo: "Effetá" que significa "Ábrete".

Hermanos: Jesús sana a quienes escuchan con firmeza sus Palabras y lo buscan con Fe y Esperanza.

El hoy nos invita a que tomemos conciencia de su persona y que ante todas las circunstancias adversas, le pidamos su ayuda que nos *Abra la mente y el corazón para comprometernos a luchar por las causas justas que se presentan cada día en nuestro entorno. 

Miren, hoy es fácil quedar atrapado en los ruidos y distracciones del mundo y ello, nos dificulta para vivir atentos a la escucha de la voz de Dios. 

Hoy este Evangelio es nuestra ayuda para que abramos nuestros oídos y el corazón para ser receptivos a la voz de Dios y también a las diversas necesidades de los más necesitados que nos rodean.

Señor, Abre los oídos espirituales de nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración para que escuchen tu voz, hagan tu voluntad y estén prestos a seguir tus pasos; que suelten la lengua para contar tus maravillas, milagros y prodigios.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:34 a.m. | Permalink |


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