jueves, marzo 21, 2013
NO AVANZAR SIGNIFICA RETROCEDER
Después de caminar en este tiempo de reconciliación y renovación de nuestras vidas con Dios, adentramos con coraje y decisión a celebrar la Semana Mayor, en donde, la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, nos ha de impulsar y conmover en el avance firme de la incesante búsqueda del Salvador.
 
Se nos hace necesario pues perseverar en el conocimiento de la Palabra, aprendiendo y conociendo la verdad que pregona y; sembrándola en el corazón, caminar libres y mejores cada día.
 
Jesús nos exhorta a tener cada vez más confianza en El, a acogerlo en nuestros corazones y dejarlo actuar a su manera; y con nuestros propios ojos, veremos a su tiempo, los resultados que nos harán vivir triunfantes sobre los males del mundo. ¡Un triunfo mejor del que podemos imaginar!
 
Cuando vivimos sus enseñanzas su amor se impregna en nosotros, la cruz diaria se hace cada vez más liviana, la esclavitud del pecado desaparece; y confiando plenamente a Él, su Espíritu, nos hará libres y santos.
 
¡Si!. Al caminar con Jesús, el fuego que nos va invitando a las tentaciones se dispersa. Me preguntaran entonces: ¿Cuáles serán esas tentaciones y esos fuegos? Aquí les menciono algunas que entre muchas, a diario vivimos: Los trabajos equivocados, las relaciones y decisiones equivocadas, las envidias, los enojos, temores, ansiedades, frustraciones, etc.
 
Entonces me dirán ustedes, seguir a Jesús no es fácil. Yo les respondería: Quien opta por ser su discípulo y desea seguir tras Él, ha de aceptar la cruz por el bien de la victoria.
 
Cuando creemos que el fuego de las tentaciones y del pecado nos arrastra, aferrémonos a confiar y morir con El en la cruz con la certeza, confianza y la seguridad que un día no muy lejano, nos levantara y nos llevara a vivir una vida gloriosa y santa, cargada de felicidad.
 
Quien no avanza, retrocede y si se estanca, se acrecientan en él, los fuegos de incredulidad.
 
Que esta Semana Mayor, semana de gracias, vivíamos firmes en la oración pidiendo a nuestro Dios el aumento de nuestra perseverancia y fe.
 
SEÑOR, DANOS CADA DÍA UN CORAZÓN NUEVO Y RENOVADO PARA SER TESTIGOS CADA VEZ MAS DE TU PRESENCIA EN EL MUNDO.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:47 a.m. | Permalink |


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