domingo, mayo 06, 2012
LA SOMBRA DE LA CRUZ QUE EL PADRE FRANCISCO MARIA DE LA CRUZ JORDAN SOPORTO DESDE SUS INICIOS COMO FUNDADOR DE LA SOCIEDAD DEL DIVINO SALVADOR - SDS.




Cuando el Padre Jordán hizo sus votos públicos en 1883, además de tomar el nombre de “Francisco María,” le añadió las palabras: “de la Cruz.” Esta fue una de sus primeras acciones proféticas, porque durante toda su vida religiosa, experimentó muchos sufrimientos y privaciones.

Ya entre 1883 y 1900 tuvo muchas dificultades: algunos miembros le abandonaron y otros le criticaron su dirección.

El primer grupo de hermanas (Religiosas) fue separado de su jurisdicción. Aunque las primeras fundaciones fueron exitosas y muchas se añadieron durante los años restantes, estas también cobraron su precio (la muerte del Padre Otto y del hermano Mariano poco después de haber fundado la misión en Assam).

Los ataques con razón y sin razón llevaron al nombramiento de un visitador apostólico. Finalmente la salud de Jordán comenzó a debilitarse. Mientras estaba visitando Wisconsin en 1896 al principio de la fundación de San Nazianz, una insolación dejó a Jordán sordo de su oído derecho.

Después de su regreso a Roma, escribió en su diario: “comienza a tomar esto en serio, pues el tiempo de la tarde se está acercando” (Pfeiffer, Vida, SD II,10).

Los sufrimientos de Jordán se acrecentaron en 1906, cuando aparecieron ataques personales contra él y contra la Sociedad en la prensa alemana. Las acusaciones eran muy exageradas e hirieron profundamente a Jordán.

A manera de critica un autor anónimo y quizás antiguo miembro de la Sociedad, disgustado, comentaba que Jordán era un autócrata inepto cuya meta principal era permanecer en el control de la Sociedad a toda costa. Además, él introducía continuamente prácticas legalisticas en la vida comunitaria que perturbaban el apostolado y conducían a la división.
Este autor le acusaba de que la única razón por la cual fue aceptada la misión de Assam era porque esa misión era como una “vaca lechera” para tener fuentes para otros trabajos de la Sociedad.

Finalmente, sostenía que los estudiantes de la Sociedad de Jordán eran mal preparados y ordenados sin la preparación académica adecuada.

Los artículos que circularon ampliamente de críticas y de persecución a sus obras en Alemania, no produjeron efectos duraderos, sino que más bien fomentaron en los hijos e hijas espirituales de Jordán, una gran fidelidad por su fundador. Jordán recibió muchas cartas de apoyo de dentro y de fuera de la Sociedad. A pesar de este apoyo, tanto el dolor que sintió, como su fuerte fe, aparecen en su diario: Oh, Señor, mira mis sufrimientos; ayúdame, ten piedad de mí. Hágase tu voluntad”.

El Padre Luethen, fiel compañero de Jordán, respondió a los ataques con cartas a las diferentes casas asegurando que todo estaba bien. La respuesta en el segundo Capítulo General de la Sociedad en 1908 fue la reelección de Jordán como Superior General de la Sociedad.

Se acercaban algunos cambios, por eso todos sus consultores, incluido Luethen, fueron reemplazados, y los capitulares decidieron dividir la Sociedad en Provincias un poco antes de lo que el Fundador había anticipado.

No obstante, el Capítulo fue la prueba que justificaba a Jordán quien continuó liderando la Sociedad hasta 1915.

SEÑOR, PERMITE QUE NOSOTROS HIJOS ESPIRITUALES DEL P. FRANCISCO JORDAN SEAMOS HUMILDES, SENCILLOS Y SOPORTEMOS LAS PERSECUCIONES QUE SE NOS DAN POR SER FIELES A TU SERVICIO.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:59 a.m. | Permalink |


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