Estamos en Adviento, tiempo de preparación para el nacimiento de Jesucristo Nuestro Salvador. Lo celebramos cuatro semanas anteriores a la Navidad.. “El Señor viene, vayamos su encuentro”. Dios viene hacia el hombre, pero para hacerse encontrar hay que encontrar el camino del hombre hacia él, decir: “saber encontrar al que ya está”

Es el momento que llamamos ADVIENTO: TIEMPO DE ESPERA Y ESPERANZA GOZOSA.

Sepamos como familia cristiana, difundir a nuestro alrededor un mensaje de amor, alentando así la esperanza de un futuro mejor. Encomendémonos a la intercesión de María, Madre y Señora Nuestra, con confianza de que su maternal mirada nos acompañe en este peregrinar lleno de esperanza.

Todos tenemos necesidad de conversión. Recordemos que todo ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Podemos hacer muchas cosas buenas, pero también caer en la tentación de hacer el mal.

Miren, hay en todos los medios donde nos realizamos personas capaces de influir esperanza, entusiasmo y fomentar la paz. Pero hay lastimosamente personas que provocan la división, calumnian a otros, cometen fraudes y hasta obtienen ganancias a través de sus negocios sucios e ilícitos, se vuelven idolatras al dinero y al poder.

Ante la injusticia, las violaciones a los derechos de los demás, al fraude, etc., callamos y no damos testimonio de que somos de Cristo y que El habita en nuestros corazones, que somos ejemplos de vida y que como ÉL nos enseña, debemos denunciar.

Ante la venida del Señor, no podemos permanecer indiferentes. Tenemos el deber de actuar El indiferente debe respetar sus compromisos, el mentiroso decir la verdad, el violento ser pacifico, el opresor ser creativo y el codicioso debe pensar solo en el tesoro que le tiene deparado el Reino de Dios.

Recordemos que Jesús nos da su ejemplo y como nuestro Maestro y Guía nos acompaña a ser diferentes a los demás.

Miren, El en su tiempo reprendió y choco muchas veces con los Escribas y Fariseos que solo le seguían para ver cuando era el momento que infringía la Ley para denunciarlo. Jesús, los criticó duramente y les anuncia a todos los que le seguimos que no debemos ser como ellos.

Denuncio la incoherencia de ellos por no hacer lo que predicaban; no son las palabras las que cuentan sino nuestros hechos. Denuncio la doble moral, mandaban a los hombres a hacer todo según la ley, pero ellos, ni siquiera eran capaces de mover un dedo. Eran hipócritas, se daban el lujo de usar distintivos que les distinguían ante los demás y transitaban por todas partes sin importarles el dolor de los demás.

Aprovechemos al máximo este tiempo de adviento que es una gran oportunidad de conversión y salvación. Una ocasión para tomar conciencia del tiempo que pasa y del que se hace cada vez mas cercano para el encuentro definitivo con el Señor. Estemos pues, vigilantes y atentos a nuestras responsabilidades.

SEÑOR, TU NOS ENSEÑAS A DESCUBRIR CADA DIA EN MEDIO DE NUESTRAS ACTIVIDADES LAS COSAS PASAJERAS Y LOS VALORES QUE PREDICAS PARA QUE ALCANCEMOS LOS BIENES ETERNOS. LLEVANOS DE LA MANO PARA PONER EN ELLOS NUESTRO CORAZON.