Gracias Señor por todo cuanto nos diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol, los nublados tristes, por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por todo lo que nos prestaste y luego nos pediste.
Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y todo lo hermoso, por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y de las personas buenas.
Gracias por la soledad, el trabajo, las inquietudes y dificultades, por las lágrimas y por todo lo que nos acerco a ti.
Gracias por habernos conservado la vida, por habernos dado techo, abrigo y sustento.
Gracias Señor por ser tú nuestro Padre, por amarnos tanto y por querernos regalar siempre tu amor a pesar de que nos muchos nos olvidamos de ti.
Al caer la noche y celebrar llenos de añoranzas el año que se inicia, queremos que regales y fortalezcas la:
FE: para mirarte en todo, nos alimentes la ESPERANZA: para no desfallecer, nos hagas más sensibles a la CARIDAD: para amarte y hacerte amar en medio de las dificultades que les rodean y entre aquellos que deberían conocerte y amarte más.
Dadnos Señor lo que Tu sabes que nos conviene y no sabemos pedir.
Que tengamos un corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente despiertas y activas para estar siempre dispuestos a hacer tu voluntad.
Derrama Señor tu gracia sobre todos nosotros en el mundo entero y concédenos tu paz para que en este año que inicia vivamos en el amor que tu bondadosamente nos regalas.
AMEN