domingo, febrero 22, 2015
CONFÍA QUE EN JESÚS RESTABLECES LA DIGNIDAD

Caminando un día me encontré sentada en un andén de una de las calles de mi barrio manga en Cartagena, una niña de aproximadamente 12 años de edad, quien desconsolada lloraba y cobijaba su cuerpo entre trapos muy sucios. Para dormir tenía  extendidos en el piso cartones y periódicos viejos. A ella me le acerque y con mucha compasión, le pregunte el porque lloraba. Ella, sin mediar palabras comenzó a contarme que hace unos años salió de su casa y entre sollozos, decía: “Señor me siento dolida por mi condición”. “Hace dos (2) años aproximadamente me fugue de mi casa”. “Mi padrastro me maltrataba y me violaba”.

Le pregunte sobre su procedencia y familia, a lo que ella me respondió: “Señor, soy de un pueblo muy pequeño de Córdoba, muy lejos de la capital”. “De allí salí despavorida y sin rumbo fijo”. “¡Ya no aguantaba más!”.

“Caminando por trochas pidiendo ayuda a campesinos muy buenos, llegue a la capital, Montería”. Sin conocer a nadie, me senté, en el camellón, a la orilla del río. Una señora muy preocupada por mí se me acerco y me ofreció su ayuda, me llevó para su casa. Ahí realizaba los servicios domésticos y me pagaba para poder sobrevivir”.

“Cuando pude y con algo de dinero, pensé en buscar un mejor empleo. Camine las calles y de casa en casa fui ofreciendo mis servicios como empleada doméstica. Después de un tiempo conseguí trabajo en una lonchería”.

“Al no contar con ningún conocido, los dueños del lugar me permiten quedarme a dormir ahí”. Y me dice: “Señor, figúrese, es allí, en esa lonchería donde, a través del contacto con los clientes y el constante asedio de éstos, me inicio como mesera y me convierto en prostituta”.

¡Me asombre de su historia! Y me dije para sí: ¿Una niña de corta edad, metida en la prostitución?

Ella continuaba contándome: “Como mesera, mis ingresos eran menores al salario mínimo que pagan en las casas o en cualquier parte”. “Es por ello que pensé en cambiar de trabajo, pero como no sabía otra cosa que hacer, seguí por esa misma zona trabajando, cambiado varias veces de loncherías”.

A lo que le pregunté: ¿Y cómo llegaste hasta aquí? A lo que ella me respondió: “Me vine complaciendo a un señor que conocí allá, un chófer de camión”. “El, con engaños me trajo para que conociera a Cartagena; me uso unos días y me dejo aquí tirada, peor y sin conocer a nadie”. “¿Qué más puedo hacer sino llorar?” Los gamines que encuentro quieren que me vaya con ellos y les acompañe”. “¡Y Yo, no quiero eso!”

¡Qué situación tan difícil presenta esta adolescente! ¡Estos hechos de vida son asombrosos y espeluznantes! ¡Qué experiencia en corta edad!

De verdad que la violencia intrafamiliar sumada a los vicios y condiciones precarias de las que hoy viven muchas familias vulneradas en sus derechos de subsistencia, son el motivo principal que lleva a muchas niñas y mujeres a huir de sus casas siendo aún pequeñas.

Salen despavoridas de sus hogares y al encontrarse completamente desprotegidas las obligan a enfrentar otro tipo de agresión: la violencia urbana protagonizada por sujetos que viven de la desgracia y fragilidad de muchos. Este es el caso de esta muchacha quien sin ni siquiera saberlo o imaginarlo, cae en manos de una tratante de blancas y de un enganchador.

Esta niña pensó que atreves de esa lonchería podría sobrevivir y salir adelante. Nunca  pensó que por este medio fácilmente puede caer en la prostitución y quizás en la drogadicción de donde nunca podrán salir.

¡Qué gran problema vive esta muchacha! Al seguir andando por las calles podría enfrentar otra situación embarazosa: el embarazo y los abortos. Experiencias estas aún más dolorosas signadas por el desconocimiento y la falta total de sentido. ¿Qué hacer frente a esta gran realidad que hoy vivimos en el mundo?

Como seguidor de Jesús a la manera como nuestro Fundador Padre Francisco María de la Cruz Jordán quien nos ha venido enseñado, es nuestro deber de comprometer a hombres y mujeres,  para que dirijan toda su mirada y todas sus fuerzas en la tarea de evangelizar mediante la vivencia centrada en Dios Padre y Creador y en Jesucristo su Hijo, optando preferencialmente por los pobres y necesitados, dando testimonio de los valores del Reino.
Con absoluta confianza en Dios, podemos afirmar que es Jesús, el Salvador, quien restablece la dignidad en el hombre. Es Jesús, con los gestos de humildad quien se mancha las manos con el dolor del enfermo y quien sufre sin pensar en las consecuencias que esto le pueda ocasionar. Para Él, el amor está por encima de todo.

Las formas de migración de este tiempo son muchas, muchos ancianos, niñas y mujeres prostitutas, niños y niños desamparados ante el desplazamiento a las grandes ciudades por la violencia y quienes son mirados por nuestros gobernantes y gente rica como estorbos. ¿Cuántas son las personas que andan por las calles de ciudades y pueblos sin trabajo y desamparadas que se le niegan sus derechos a la subsistencia y buen vivir?

Hermanos, no compadecernos del dolor de estos pobres y necesitados, no abrirnos a los demás, no desacomodarnos de nuestras seguridades, no dar la mano a los excluidos y faltos del amor y la esperanza, es seguir caminando por el mundo sin entender el Camino que nos lleva a Jesús.

Les invito a que nos atrevamos a ir caminando siguiendo las huellas de Cristo Salvador que entrego su vida por el amor a todos los hombres y con decisión, eliminemos de una vez por toda la marginación que existe en nuestras mentes y el corazón que tanto nos ciega y nos paraliza.


DIGAMOSLE HOY A JESÚS: SEÑOR YO CONFÍO EN TI, DAME TU LUZ Y TU AMOR PARA ENTREGARLE A MIS CERCANOS EL CARIÑO Y EL AMPARO QUE MERECEN
 
posted by Laureano García Muentes at 8:43 a.m. | Permalink | 0 comments
lunes, febrero 16, 2015
FELIZ DIA DEL SALVATORIANO LAICO EN COLOMBIA

Recordamos hoy aquel 16 de febrero del año 1. 991, cuando por primera vez, un grupo de Religiosos(as) Salvatorianos, fueron sembrando la semilla de Jordán en hombres y mujeres católicos en las ciudades de Bogotá, Cartagena y Medellín.

Ellos, con mucha sabiduría, descubrieron en cada uno, el apasionamiento por la persona de Jesucristo, les enseñaron e instruyeron sobre el Carisma y la Espiritualidad Salvatoriana con aportes formativos valiosos y con alientos, para que realizaran una organización nacional acorde a la idea Universal del Fundador y a unos principios éticos y morales de una Comunidad Religiosa.

Fue así que este movimiento, que se esparció por varias ciudades de Colombia, iniciándose en Bogotá, Cartagena, Medellín, Manizales y posteriormente en Bucaramanga, Cali y Quibdó.


Hoy somos mas de cien los Salvatorianos Laicos en Colombia comprometidos con la obra de Dios, que vamos realizando grandes hazañas por seguir apasionados construyendo en cada corazón nuestra historia con la idea universal de Francisco Jordán: “Dar a conocer por todos los medio y en todo lugar al único y verdadero Dios y a su enviado Jesucristo como el Salvador del mundo”, y enseñando a las gentes que las “: Grandes obras nacen y crecen bajo la sombra de la Cruz”.




 
posted by Laureano García Muentes at 4:36 a.m. | Permalink | 0 comments
lunes, febrero 09, 2015
DIOS NOS REGALO EL UNIVERSO Y TODOS ESTAMOS INVITADOS A PROTEGER SU OBRA

La creación es un reflejo de Dios y una oportunidad para alabarlo. ¿Por qué perder el tiempo delante del mundo artificial de la pantalla del televisor cuando podemos estar deliciosamente entretenidos viendo los espectáculos que Dios produce? Ojo, ¡Están todos libres de comerciales!”

Así me decía una señora hace unos días, la que nunca antes había apreciado tanto la naturaleza hasta un día en que enfermó y le toco estar en absoluto reposo en su casa debido a la gravedad de su enfermedad. Claro, me decía, “mis hijos no querían verme así, encerrada en mi casa y los fines de semana cuando disponían de su tiempo, me sacaban en sus carros a pasear, sobre todo en vías donde podía observar la naturaleza y el mar”.

Traía a su memoria el día que llovió fuertemente en Cartagena, más o menos en el mes de diciembre, un poco antes de la navidad;  y me decía, que después de la lluvia se generó una gran bruma en la mañana del día siguiente, muy temprano, y veía como en las hojas de sus plantas sembradas en el patio de su casa, corrían las gotas de rocío. ¡Se manifestaba maravillada de Dios!

Mire, me decía; “Unas simples gotas de rocío que corrían por las hojas de mis plantas son mucho más agradables que los shows de la TV y  que todas esas noticias que a través de ella nos comunican todos los días desde muy temprano por las mañanas”.

Y continuo contándome: “Me quede observando por mucho rato ese espectáculo. Y vi que cuando el sol tocaba estos diminutos globos de agua, resplandecían como diamantes brillantes, y cuando Dios les toca con una suave brisa, titilan con ráfagas de colores”.

“Que hermosura, nunca antes me había detenido a mirar este gran espectáculo, obra de nuestro Creador Dios. Y pude deducir que en cada cosa que existe esta un precioso regalo del creador. ¡Dios colocó allí esas gotas de rocío para que yo las mirara y pudiera reconocerle en medio de mi enfermedad, de mis dolores y de mis sufrimientos, ¡Él es infinitamente maravilloso!

Lamentablemente, nos perdemos de esos montones de sus espectáculos, porque andamos apresurados día a día distraídos por las cosas del mundo, olvidándonos de su presencia permanente entre nosotros. Mire señor, Cuantas veces ha llovido y ni nos inmutamos de todos los tesoros que podemos descubrir después de ello. ¡Tantas gotas de rocío que jamás son apreciadas por nadie!”

Le dije: ¡Qué henchido tienes tu corazón! ¡Has experimentado la grandeza de nuestro Dios! Y eso nos engrandece. Dios ve cada gota de rocío que deja caer en el mundo, y disfruta enormemente viéndolas, y más cuando encuentra personas como usted que se detienen a observar su grandeza. Él empezó a entretenerse con las gotas de rocío mucho antes de crearnos a nosotros y a todas las personas que pudieran disfrutarlas como lo has hecho tú.

Mira, si Él se deleita con simples gotas de rocío, ¡imagínate qué maravillosamente feliz se siente por ti! Eres mucho más agradable para Él que esas simples gotas de agua.  Él sonríe con cada gesto tuyo, con cada acto amoroso, con cada llegada tuya a su corazón, con cada uso de esos dones y talentos que te dio y que pones en práctica en el mundo para el beneficio de todos e incluso con los más pequeños y abandonados de la sociedad. Y cuando tú haces algo que le disgusta, todavía se estremece por todo lo bueno que hay en ti. ¡Qué bueno y maravilloso es nuestro Dios!

Como reflejos de Dios, hoy les digo a mis amigos que visitan esta página a que sigamos tu ejemplo. Aun estando en las más graves de las circunstancias; Y a pesar de que no nos arrodillemos al ver sus creaciones, podemos silenciosamente decirle: "¡Guau Señor eres Maravilloso!"


NO ADORAMOS LA CREACIÓN, PERO APRECIÁNDOLA Y PROTEGIÉNDOLA ADORAMOS AL CREADOR
 
posted by Laureano García Muentes at 6:51 a.m. | Permalink | 0 comments
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