jueves, enero 27, 2011
¿QUIÉN NOS PODRÁ SEPARAR DEL AMOR DE CRISTO?

¡Que don tan grande! ¡Qué regalo tan espléndido! Dios se preocupa de nosotros y siempre está en nuestra búsqueda.

Nos busca sin perder la esperanza, porque Dios sigue creyendo en nosotros. Nos busca no porque seamos los mejores hijos, sino porque simplemente nos ama de una manera infinita. Nos invita a volver a gozar de su amistad. Nos invita a estar con Él, porque bien sabe que estando cerca de Él seremos plenamente felices. Dios nos busca incesantemente, y nos encuentra, cura nuestras heridas y nos carga sobre sus hombros. Se llena de alegría e invita a todos a alegrarse con Él porque su corazón rebosa de amor por aquellos que estando lejos de su amor misericordioso, vuelven a estar con Él.

Y es esa la lección primera que todos los cristianos tenemos que aprender a vivir: “que nada ni nadie podrá separarnos del amor de Cristo” Rom.8

En Cristo – Jesús está la fuente de la vida y la esperanza de todo hombre. Él nos llama y convoca a que le conozcamos, a que dejemos a un lado toda desesperación, angustia y vida distinta a la que nos Dios plantea; y con gran decisión le sigamos. Además, nos pide que nos dejemos enseñar por Él; y a que lo tomemos como nuestro Guía y Maestro haciéndolo centro en nuestras vidas.

Miren, cuando leemos la historia que nos presenta el Nuevo Testamento a cerca de la vida y obra de San Pablo, nos adentramos en algo muy significativo que nos ayuda a entenderlo como ese amigo nuestro misionero que había estado en la cárcel a menudo. Que fue azotado gravemente, expuesto a la muerte una y otra vez por la causa de Cristo. Que había sido despiadadamente golpeado con un látigo cinco veces. Tres veces había sido golpeado con varas, una vez apedreado, naufragó tres veces y pasó un día y una noche en mar abierto antes de llegar a la costa. Que había estado en peligro de ríos crecientes, bandidos a lo largo de las carreteras, en peligro de ambos, los líderes del gobierno Judío y no Judío, y viajó a zonas peligrosas en países extranjeros. Y que un día dijo, "he trabajado y trabajado arduamente y frecuentemente he ido a la cama sin poder dormir, he conocido el hambre y la sed y a menudo sin probar alimentos. He estado en frío y en desnudez "(2 Cor. 11:23-29).

Y que para dejar constancia de tanto sufrimiento y persecución escribió su testimonio vivido a los hombres para que tomen su decisión de hacer a Cristo centro en sus vidas y para que sin ningún perjuicio, sin ninguna distinción de raza, religión o clase social, tomase como signo los pasos que Jesús, Maestro quien nos enseñó el Camino Verdadero para alcanzar la plenitud en cualquier época de la historia.

"¿Quién nos separa del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?" (Romanos 8: 35) En efecto, él dice, "Ninguna de las anteriores o todas ellas juntas pueden separarnos del amor de Cristo".

El apóstol Pablo también cita el Salmo 44:22, ¨Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero¨ (Romanos 8:36).

¿Podrá algo o alguien alguna vez hacer que Dios deje de amarnos? No en la imaginación o experiencias de Pablo.

El cristiano camina por la vida seguro por el fuerte lazo de la gracia del amor de Dios que no cambia. Nada ni nadie jamás podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Pablo es enfático en su declaración de que nada en la vida o la muerte nos puede separar de Cristo. El vivir es Cristo y el morir en Él es aún mejor. Tenemos a Cristo en la vida, y en la muerte tenemos en Él una mejor relación. La muerte es sólo una puerta abierta a una más profunda y maravillosa experiencia con Él.

El amor de Cristo es eterno y no cambia. Este nos encuentra justo donde nosotros estamos y nos lleva de la oscuridad a la luz, de la muerte a la vida.

¿Te sientes lejos del Señor? Invócalo y estará cerca de ti. ¿Te sientes feliz por haber sido encontrado o encontrada por Dios? Pídele que te de la fuerza para ir tú también en busca de aquellos que están alejados o que han sido marginados por otras personas del amor misericordioso de Dios.

SEÑOR TU NOS AMA CON UN AMOR ÍNTIMO E INFINITO EN EL QUE NADA, NI NADIE, PODRÁ SEPARARNOS JAMÁS DE TI.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:03 a.m. | Permalink | 0 comments
sábado, enero 22, 2011
NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS

Nuestras relaciones con los demás dependen en gran parte de la manera o forma de cómo nos comunicamos.
Nos hemos acostumbrado muchas veces a decirnos las cosas con tonos fuertes, creyendo que así, podemos hacer comprender al otro “la verdad” de nuestros criterios e intenciones. Parece ser que se nos ha olvidado que la mejor manera de lograr que nuestros puntos de vista sean aceptados, no es gritando e imponiendo los criterios.
Si nuestras intenciones y sentimientos son expresados de manera que el otro los capte sin generar los conflictos, compartiendo mejor los espacios que vivimos e intercambiando nuestras ideas de manera amable y entendible, podríamos ayudarnos unos a otros a ser felices.

De verdad, nos estamos acostumbrando a no comunicarnos las cosas sin tener en cuenta que cuando se establece una comunicación del uno con el otro, lo que se quiere es compartir significados, ideas, gustos, conocimientos, etc. y también los valores que hemos aprendido.
Parece ser que no hemos podido entender que para lograr que nuestros puntos de vista sean aceptados o tenidos en cuenta, es dialogando de manera entendible, suave y convincente procurando que el otro nos escuche de manera efectiva. Teniendo en cuenta que quien nos escucha está dispuesto a percibir nuestro sentir y guiarnos o ayudarnos.

Miren hay una gran realidad. No podemos pretender convencer de nuestras ideas a quien despreciamos, ni mucho menos podemos esperar que nos crea aquel al que nosotros no le creemos.
Jesús nos enseñó durante su vida entre nosotros, que la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos es ayudando y compartiendo con los demás. Cuanto más conmueva nuestra vida a los demás, más brillante y resplandeciente será en medio de cualquier circunstancia o adversidad. Ello nos quiere decir, que si queremos ser escuchados, debemos aprender a escuchar; si queremos ser amados, debemos aprender a amar, a servir y a dar.

De verdad, hemos sembrado muchos egoísmos en nuestros corazones y ellos nos llevan a pensar que vale la pena actuar e imponer en el otro nuestra fuerza, nuestros criterios, pensamientos, etc, en los demás.

Hoy debemos proponernos a levantar nuestro ánimo viviendo con la fuerza y ganas que nos regala nuestro Dios a través de su Espíritu, quien nos invita a compartir todo lo que tenemos y nos regala, comunicando a todos sus gracias y bendiciones, ayudando para que ellos como buenos escuchas, se animen y cambien también su manera de ser y expresar sus ideas y pensamientos.

SEÑOR, AYÚDANOS A BRINDAR A LOS DEMÁS TU FUERZA Y PROEZAS QUE NOS AYUDAN A SER MEJORES
 
posted by Laureano García Muentes at 4:18 a.m. | Permalink | 0 comments
domingo, enero 16, 2011
PROMULGACION POR PARTE DE LA SANTA SEDE DE LA HEROICIDAD DE LAS VIRTUDES DE NUESTRO VENEREBALE FUNDADOR.

LES PARICIPAMOS A NUESTROS LECTORES ESTA GRAN NOTICIA A CERCA DEL PROCESO DE BEATIFICACION DE NUESTRO VENERABLE FUNDADOR PADRE FRANCISCO MARIA DE LA CRUZ JORDAN.

Queridos miembros de la Familia Salvatoriana,

Tengo la inmensa alegría y el privilegio de enviarles una maravillosa noticia. Hoy el Santo Padre, Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las causas de los santos promulgar el decreto sobre la heroicidad de las virtudes de nuestro amado Fundador. Después de muchos años de su proceso de beatificación, la Iglesia anunció oficialmente que nuestro Fundador vivió una vida santa. Todo el proceso concluirá el día en que se publique el decreto sobre un milagro atribuido a la intercesión de nuestro Fundador. Ahora la Congregación para las causas de los santos estudiará el caso que nosotros hemos presentado, sobre una curación realizada mediante la intercesión de nuestro Fundador.

Estoy convencido de que estas noticias nos dan un gran gozo, nos animan y nos alegran. Hoy el Santo Padre también aprobó un milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios, Juan Pablo II y su beatificación se hace realidad. Qué hermosa coincidencia!! Les invito y les pido de todo corazón que intensifiquen sus oraciones por la beatificación de nuestro Fundador que todos ustedes desean tanto.
es tan deseada por parte de todos ustedes.La promulgación de la heroicidad de las virtudes es una ocasión especial para que en sus comunidades agradezcan a Dios por esta gracia. Nosotros, como generalato, también organizaremos una celebración e invitaremos a esa celebración al Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las causas de los santos. Esta gran noticia es también para mí ocasión para agradecerles por sus oraciones y por propagar la veneración a nuestro Fundador. También agradezco a todos los que han trabajado en la oficina de la postulación tanto en el presente como en el pasado.

Somos hijos e hijas espirituales de nuestro venerable Fundador. Hoy fue reconocida por la Iglesia la heroicidad de sus virtudes. Es una gran noticia para todos(as) nosotros(as) pero también es un gran desafío de seguirle en su camino de santidad. Permítanme concluir con las palabras que nos dirigió: “Repito una vez más que ustedes deben ser santos porque es mi deber cuidar de que sean santos y porque los amo tanto y porque estoy dispuesto a morir por todos. Es pues mi más ardiente deseo que ustedes sean santos. Y si no han comenzado todavía, comiencen hoy mismo”!

Su hermano en nuestro Divino Salvador:


P. Andrew Urbański, SDS
Superior General
 
posted by Laureano García Muentes at 9:44 a.m. | Permalink | 0 comments
lunes, enero 10, 2011
EN EL AMOR SE EXPERIMENTA LA PRESENCIA CONSTANTE DE DIOS

Cuando decimos que Dios es amor, fundamos nuestra afirmación en la seguridad y le demostramos a todos aquellos con quienes compartimos la vida, que como sus hijos, experimentamos una relación muy estrecha con El; y que como nos lo pide, le obedecemos y cumplimos sus mandatos, basados en el mandamiento más importante: El amor.

El Evangelista Mateo en el Cap. 22: 34 nos presenta a un fariseo experto en la ley que se le acerca a Jesús y le pregunta: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le respondió: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”.

Para Dios lo más importante es que lo amemos y que ese amor le sea dado de igual manera a todos aquellos con quienes a diario compartimos la vida, dándole a ese valor el primer lugar en nuestras vidas.

Miren, cumplir con los mandamientos que Él nos propone y que están consagrados en La Biblia, la mayoría de las veces se convierte para nosotros en una lucha casi imposible porque estamos expuestos continuamente a tentaciones y somos débiles por naturaleza. Sin embargo cuando nuestro deseo se cimienta en el agradar a Dios con nuestras vidas y con nuestros actos encontraremos en medio de tanta adversidad y dificultad esa estrategia importante que Dios nos ha regalado de que somos capaces de decir NO a las tentaciones.

Si basamos nuestras respuestas en Jesús y hacemos vida sus mandatos sobre todo el más importante para nuestra convivencia, de verdad, cuando forjamos las cosas con amor vamos a experimentar con nuestros propios ojos que todas las cosas por difíciles que sean nos salen mejor.

Valga entonces mi reflexión para hoy, que obedecer a Dios se hace más fácil si basamos nuestra obediencia en amor y no en el temor mal infundado que nos han enseñado y que muchas veces hemos creído que Dios es un castigador.
¿Cuantos hemos crecido pensando muchas veces que hay que obedecer a Dios por temor al castigo o por ganar una recompensa?.

Hoy les invito a que empecemos a hacerlo todo por amor a Él, y que este año que comienza este lleno de una gran experiencia de Dios, para que como sus hijos predilectos seamos propagadores en todo medio o lugar, sin importarnos las dificultades que vivamos, que en Él está el verdadero Padre y ese camino que necesitamos para llegar a su presencia.


Recordemos siempre lo que Cristo le dijo a sus discípulos y que Juan nos lo describe en el Cap. 14:15 “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos”.

SEÑOR, HOY TE PEDIMOS QUE NOS AYUDES A DEMOSTRAR NUESTRO AMOR A TI OBEDECIENDO TUS MANDAMIENTOS Y PROVEYENDO DE AMOR A TODO AQUEL QUE LO NECESITA.
 
posted by Laureano García Muentes at 2:51 p.m. | Permalink | 0 comments
miércoles, enero 05, 2011
NUESTRA ESPERANZA EN DIOS

El hombre no puede vivir sin esperanza. La esperanza es el motor de la vida humana.

Depende de dónde ponga el hombre sus esperanzas, para que se sienta más o menos realizado, cuando alcanza lo que espera. O, por el contrario, se sienta defraudado cuando no se cumple aquello que esperaba.

La esperanza cristiana se apoya en Dios, que es fiel y cumple siempre. La esperanza cristiana es una virtud teologal, que tiene a Dios como origen porque es Él quien la infunde en nuestros corazones, es una virtud que nos lleva a fiarnos de Dios y a desear que cumpla en nosotros y en el mundo sus promesas.

El Padre nos promete hacernos partícipes de su vida en plenitud y para siempre. Por medio de su Hijo Jesucristo nos ha redimido del pecado y nos ha hecho hijos suyos. Nos da constantemente el don de su Espíritu, que llena de esperanza nuestros corazones. Nos llama a vivir en comunidad en su Santa Iglesia, como familia de Dios que anticipa el cielo nuevo y la nueva tierra.

La esperanza cristiana ha transformado la historia de la humanidad. Ha llenado el corazón de muchos hombres y mujeres, moviéndoles a dar su vida por Cristo y por el Evangelio.

Es una esperanza que la muerte no interrumpe, sino que precisamente en la muerte encuentra su cumplimiento, pues la muerte nos abre al encuentro definitivo y pleno con Dios para siempre en el cielo. Es una esperanza que nos lleva a amar de verdad, a Dios y a los hermanos, hasta el extremo de dar la vida.

Para los que no tienen a Dios, o porque no le conocen todavía o porque lo han rechazado, hay otra esperanza, que no tiene tanto alcance ni mucho menos. Es una esperanza de los bienes de este mundo, que aun siendo buenos son pasajeros. Esperar la salud, la prosperidad terrena de los míos.

Esperar cosas de este mundo, que aun siendo buenas nunca sacian el corazón humano.

En definitiva, cuando no es Dios el motor de nuestra esperanza, vivimos con las alas recortadas sin vuelos largos que entusiasman y llenan el corazón. Una esperanza sin Dios es una esperanza temerosa de perder incluso aquello poco que se tiene (y es mayor el temor de perderlo, si es mucho lo que se ha alcanzado).

Dios es la única garantía que elimina todo temor, y nos hace vivir en el amor.

SEÑOR, EN TI CONFIAMOS, LLENANOS DE ESPERANZAS PARA LOGRAR TODO SEGÚN TU VOLUNTAD.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:53 p.m. | Permalink | 0 comments
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